El sentido del tacto nos transmite las primeras impresiones sensoriales que experimentamos los seres humanos. Nos sirve para que nos ubiquemos en el entorno y para que nos relacionemos con él de forma segura. Nos permite un contacto directo con los objetos y con las personas que nos rodean: la fuerza de un apretón de manos, el roce de las mejillas cuando nos damos dos besos, el calor de un abrazo, o el cosquilleo en los labios cuando besamos con amor. Todos esos gestos que la distancia social no nos permite realizar.

Esta percepción táctil es tan importante para nosotros, que no nos hemos querido olvidar de ella en un día tan especial como el 23 de abril, el Día del Libro. Un día de celebración, de contacto con otras personas, de quedar con tus mejores amigos para ir a los actos que se celebran por todo el mundo, de conocer a tus autores favoritos, de descubrir nuevos libros, palparlos, sentirlos en tus propias manos… En definitiva, el Día del Libro, como cualquier otra celebración, es una jornada donde predomina el sentido del tacto, porque es un día donde nos encontramos y experimentamos un montón de sensaciones gracias a él.

Este año será diferente, sí. Por eso no podemos olvidarnos del efecto que produce tocar algo o a alguien. Cerramos nuestro peculiar viaje a través de los sentidos, emprendido en los últimos posts de este blog viajero, haciendo honor al tacto, pero sin olvidarnos de los demás: vista, oído, gusto y olfato. Porque cuando salgamos de aquí vamos a valorar cada cosa que veamos, cada sonido que escuchemos, cada bocado que probemos y cada esencia que olamos.

Sin embargo, tal y como dijo una vez Emily Dickinson ‘’Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro’’ y los nuestros, libros y autores, son los más viajeros, por eso queremos recordaros, a todos, que muy pronto #VolveremosaViajar.

1. Un viaje a través de los sentidos: la vista

Àlex Tarradellas nos describió, a través de los ojos de doña Felicidade, las maravillas que se esconden en la ciudad de Lisboa. Un texto acompañado por las ilustraciones de Pablo Rubén López. No podían ser otros los que destacasen el sentido de la vista, pues en este libro, Lisboa. Acuarelas de viaje, nos guían visualmente por la espectacular capital de Portugal.

Si aún no has leído el post que él y Pablo Rubén compartieron con todos nosotros, es el momento de sentarte en tu sofá e imaginarte que estás en una terracita a la orilla del río Tajo porque siguiendo el consejo de Alex: ‘’cualquier ciudad necesita ser observada con una panorámica de recuerdos, de luces y sombras, de alegrías y tristezas, que no se aprecian a simple vista’’.

2. Un viaje a través de los sentidos: el oído

Viajamos de oídas con Carlos de Hita recorriendo la ruta de la seda, de Mongolia a Venecia. ¿Qué mejor que un especialista en sonidos para hacer una oda al sentido del oído? El autor del libro Viaje visual y sonoro por los bosques de España , nos indica que un viaje se puede contar de muchas formas, y una de ellas es a través de su banda sonora. La descripción que hace de esa suma de experiencias, viene acompañada de un video con los sonidos que registró durante el rodaje de diferentes documentales en esas zonas. De esa manera, puedes cerrar los ojos, ponerte a escuchar, e imaginarte en cada una de las ciudades que describe. 

Y continuamos con el ritmo de los sonidos junto a las descripciones de Pepo Paz Saz y las ilustraciones de Fernando Blasco, a través de los Ecos de vida en Madrid . Pepo resalta cómo se agudiza el sentido del oído ahora que la ciudad está callada, pero cómo, a medida que avanza el día, va recobrando cierto tono vital. Recuerda, con nostalgia y esperanza,  todos los sonidos que se podían escuchar por las calles de Madrid cuando se podía salir. El texto, además, se acompaña por las preciosas ilustraciones de Fernando Blasco. Ambos, Pepo y Fernando, tienen un libro, Acuarelas de viaje. Madrid, donde nos podemos escapar y desear que Madrid vuelva a ser la de siempre, bulliciosa y llena de vida, la que nunca duerme y recibe a todos con los brazos abiertos.

3. Un viaje a través de los sentidos: el olfato

El escritor y viajero Antón Pombo quiere dar el protagonismo que se merece uno de los sentidos, quizás, menos valorados: el olfato. El autor del libro 101 lugares sorprendentes del Camino de Santiago, quiere que la idea de que ‘’el mundo de los olores es un territorio exótico’’ desaparezca. Por ello, describe cada uno de los olores que podemos encontrarnos en uno de los viajes/experiencias más especiales de la vida de un viajero: el Camino de Santiago. Túmbate en tu cama y disfruta del aroma del azahar de los pueblos meridionales de la Vía de la Plata, del aire cargado de salitre procedente del Cantábrico, del olor del vino y los cereales del Camino Francés, del sudor de cada peregrino, o del de las lentejas a plena cocción que te esperarán en el albergue al final de una dura jornada.

4. Un viaje a través de los sentidos: el gusto

Por último, uno de los sentidos con el que más disfrutamos: el gusto. Luis Rodríguez y Laura Tomás, creadores de la web Japonismo  y autores del libro Un delicioso viaje gastronómico a Japón, han querido compartir con nosotros a qué sabe el país que tanto admiran: a ramen y más ramen. Todo ello mediante un post donde consiguen hacernos la boca agua, línea a línea. ¿Aún no le has echado un ojo? Regala esta experiencia a tu paladar y coge ideas para convertir tu casa en un auténtico restaurante japonés especializado en ramen.

Y aquí aterriza nuestro avión, una travesía que comenzó hace cinco semanas y que culmina hoy, el Día del Libro. Continuará de otras maneras, pues no queremos que dejéis de viajar a través de la imaginación mientras dure esta situación. Volveremos a viajar como solíamos hacer, pero con más ganas, más ilusión, disfrutando de cada paisaje, cada fragancia, cada sonido, cada sabor, y, sobre todo, de cada sensación que captemos a través de nuestra piel.