Austria es un país lleno de contrastes y por ello, se pueden organizar múltiples planes para conocerlo desde distintos puntos de vista. Los amantes de la naturaleza y deportistas disfrutarán practicando deportes de invierno o senderismo, mientras que los interesados en la historia y la cultura descubrirán un verdadero filón en ciudades como Viena o Salzburgo. Sin embargo, no se ha quedado anclado en su pasado y mira hacia el futuro con ejemplos tan evidentes como los de Innsbruck o Linz. No faltan festivales, música, mercadillos de Pascua y Navideños y multitud de acontecimientos que animan a visitarla en cualquier época del año.
Desde España la forma más rápida y directa de llegar a Austria es el avión, pero también se puede optar por viajar en coche.
Se puede contratar un seguro que incluya gastos médicos, pérdida de equipaje, cancelación del viaje, accidentes o responsabilidad personal, pero es más que recomendable llevar la Tarjeta Sanitaria Europea a la hora de recibir asistencia médica. Esta es expedida por Instituto Nacional de la Seguridad Social. Si se ha salido de España ya o no se tiene tiempo para tramitarla, se puede solicitar un Certificado Provisional Sustitutorio.
Basta con el carné de identidad o el pasaporte en vigor, si bien se recomienda llevar ambos documentos y consignarlos por separado para que si se extravía uno de ellos, poder disponer del otro. Si se quiere alquilar un coche se necesitará también el permiso de conducir. No existen vacunas obligatorias, pero Austria forma parte de la zona endémica de garrapatas, por lo que se recomienda, en caso de que vaya a viajar a zonas verdes, la vacunación contra la enfermedad viral de la encefalitis centroeuropea (FSME en alemán).
El idioma oficial es el alemán, aunque en las zonas más turísticas, es posible comunicarse sin problemas en inglés.
Consta de tres zonas climáticas. En el este el clima es continental con veranos calurosos y escasas precipitaciones e inviernos moderadamente fríos; en las regiones alpinas, el clima es alpino con muchas precipitaciones y veranos cortos e inviernos largos, mientras que en el resto del país, el clima presenta influencias atlánticas (en el oeste) y continentales (en el sureste). Si se hace excursiones de alta montaña es imprescindible conocer la situación meteorológica.
El mejor período para visitar ciudades va de abril a octubre, aunque la temporada alta se concentra en julio y agosto. Si se elige unas vacaciones en la naturaleza, se recomienda viajar entre mayo y mediados de octubre y se va a esquiar, entre los meses de diciembre y marzo.
Las temperaturas en verano pueden llegar a alcanzar los 35º C, aunque la media es de 20º C y en invierno, hasta los -20º C, si bien la media es de 0º C. El tipo de viaje determinará la vestimenta, pero nunca está de más llevar un impermeable y calzado cómodo.
Con respecto a España, se encuentra en el mismo huso horario. Los bancos y tiendas cierran los domingos y durante los días festivos, sin embargo la mayoría de los museos sí abren en festivos. En este punto una excepción serían los negocios situados en centros turísticos que sí suelen abrir los domingos.
La moneda oficial es el euro. En principio se aceptan las tarjetas de crédito más habituales en hoteles, restaurantes y tiendas como medio de pago, pero no esta de más informarse sobre todo si se acude a localidades pequeñas y menos turísticas.
La manera más rápida y directa de llegar a Austria es el avión. Desde España Iberia, Vueling o Ryanair realizan vuelos sin escalas al país. Los aeropuertos están conectados con el centro de las ciudades a través de servicios de tren y de autobuses. También se puede viajar en coche si se va a recorrer el país. Hay que tener en cuenta que las autovías y autopistas de Austria son de peaje y que, desde el 1 de noviembre hasta el 15 de abril, se debe circular con ruedas de invierno o con cadenas.
Si se va a realizar desplazamientos a lugares alejados o rurales y si se quiere tener un mayor control del tiempo y minimizar las esperas, lo mejor es optar por viajar con nuestro coche o alquilar uno al llegar a Austria. Es sobre todo aconsejable si el viaje va más allá de la visita a alguno de los principales centros poblacionales. Hay que tener en cuenta que la Red Nacional de Ferrocarriles Austríacos ofrece un servicio cómodo y rápido y, en el caso de no existir conexión directa con algún punto, se puede optar por tomar un autobús.
Existe una gran variedad que también vendrá determinada por el tipo de vacaciones de las que se vaya a disfrutar (urbanas, en la naturaleza o de esquí). En las ciudades o pueblos, los hoteles van desde los de lujo con cinco estrellas hasta los más económicos con dos. Si se opta por la naturaleza, se puede alojar en una granja, en apartamentos o casas de vacaciones. Otra alternativa son los albergues juveniles situados a lo largo de todo el país o bien los campings, provistos de cabañas en las que pernoctar. Es importante reservar con antelación para evitar sorpresas desagradables, especialmente en temporada alta.
'La mejor y más actual información sobre Austria, organizada según el esquema habitual de las Guías Total, en seis secciones. La primera consiste en una serie de Itinerarios que constituyen otras tantas propuestas de viaje y que posibilitan la visita a las ciudades y lugares de mayor interés a través de las vías de comunicación por carretera que reúnen mayor número de atractivos...
Si se dispone de poco tiempo y se quiere conocer la esencia de la ciudad, los museos imprescindibles serían el Albertina, el de Bellas Artes y La Secesión; en cuanto a los edificios religiosos, la iglesia de San Carlos Borromeo y la Catedral de San Esteban; imprescindible una parada en algún bonito café, la cultura musical está representada en la Ópera de Estado y el ocio se disfruta en el Prater con su emblemática noria gigante y en su mercado más popular: el Naschmarkt. La Viena Pass ofrece la posibilidad de ahorrar en la visita.
Mención aparte merecen sus palacios por su riqueza artística e histórica. El Palacio Imperial es la sede del presidente austriaco, pero también acoge varios museos como el museo Sisí, mientras que el Palacio Belvedere alberga una impresionante colección de obras de Gustav Klimt, entre ellas El beso, y Palacio de Schönbrunn, residencia estival imperial hasta 1918, conforma uno de los conjuntos barrocos más importantes de Europa, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y conocida a nivel mundial por ser la ciudad natal de Mozart y por convertirse en el escenario del clásico del cine Sonrisas y lágrimas, despliega a lo largo de sus calles una gran riqueza arquitectónica y cultural. En su agenda se programan cada año miles de acontecimientos culturales. La Salzburg Card es una manera de ahorrar en la visita.
La capital de los Alpes permite disfrutar de deportes de montaña o de senderismo y también de los atractivos de una ciudad con una moderna arquitectura en la que aún se puede admirar el estilo medieval de su centro histórico. En Navidad su mercado de Adviento se convierte en el centro de atención con centenares de puestos. La Innsbruck Card es una manera de ahorrar en la visita.
La capital de la Alta Austria es una ciudad moderna que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, así lo refleja una de sus principales atracciones: el Ars Electronica Center. Sin embargo, quedan rincones que atestiguan cuál fue su pasado como su antiguo ayuntamiento, su castillo o la casa donde Mozart compuso “Sinfonía de Linz”. Presume de tener la iglesia más antigua de Austria, Martinskirche, y su nueva catedral, del siglo XX, es la más grande del país. Sus veranos se llenan de cultura con festivales centrados en música tradicional y también electrónica. La Linz Card es una manera de ahorrar.
Su casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco al igual que palacio de Eggenberg, que se encuentra a unos tres kilómetros al oeste. El centro de Graz aún es un reflejo de los siglos de gobierno de los Habsburgo, mientras que el palacio del siglo XVII es una excelente muestra del arte renacentista italiano y del barroco.
Los cafés de Viena son una parada obligatoria desde el siglo XVII -el primero fue abierto en 1685. A los vieneses les entusiasmó el café acompañado de algún dulce y esto ha hecho que hoy la ciudad acoja más de 500 cafés y más de 250 pastelerías. Entre los históricos se encuentran: el Café Central, el Café Hofburg, el Café Mozart, el Café Landtmann, el Café Sperl o el Café Museum.
En el siglo XV el Prater ya se mencionaba en algunos documentos, pero fue en el XVIII cuando José II se lo regaló a los vieneses como zona recreativa. En 1897 se instaló en su centro la noria -a la se puede subir. En la actualidad es un espacio que cuenta con atracciones para niños y adolescentes y un museo donde se repasa su historia.
La Navidad en Austria no está completa sin los tradicionales mercados de Navidad o mercadillos de Adviento que se instalan en las principales ciudades del país, pero también en algunos pueblos. En ellos se degustan dulces tradicionales y se bebe ponche, además se pueden adquirir regalos artesanales.
380 km unen la Ruta Romántica desde Salzburgo hasta Viena con espectaculares paisajes, bellas panorámicas de lagos y montañas y localidades que merecen una visita. Hallstatt destaca por su situación junto a un espectacular lago; Bad Ischl, la localidad que fue residencia estival del emperador Francisco José I y Sisí; Steyr, una joya arquitectónica del arte medieval; Melk con su hermoso monasterio benedictino o Krems an der Donau y Tulln, bonitas poblaciones junto al Danubio.
En la región de Hall-Wattens se encuentra Glungezer, la única zona de esquí de nieve natural del Tirol. Rodeada de naturaleza, con estupendas vistas del valle del Inn y de las cumbres de las montañas de Karwendel y bonitas cabañas, también cuenta con un animado ambiente cultural.
El tren ofrece la posibilidad de conocer las principales ciudades de Austria de una forma rápida y cómoda. Es una interesante forma de recorrer el país y acercarse más a su gente. Mediante el Interrail One Country Pass es posible viajar por Austria durante 3, 4, 6 u 8 días en el trascurso de un mes. En este período se puede subir y bajar de los trenes tantas veces como se quiera.
La repostería está muy popular y entre los dulces más famosos se encuentran: apfelstrudel (strudel de manzana), trozos de manzana, canela y uvas pasas se envuelven en una fina masa; faschingskrapfen, un bollo típico de la época de carnaval que, hoy en día se puede encontrar durante todo el año. El relleno clásico es mermelada de albaricoque. En las meriendas en los cafés no falta gugelhupf, un popular bizcocho. Típico de la cocina vienesa es el kaiserschmarren, mezcla espumosa de harina, huevos y leche que se cocina igual que un crepe y se parte en pedazos pequeños. En Adviento se elaboran las vanillekipferln, galletas tiernas en forma de media luna con aroma a vainilla. Dos tartas están entre las más conocidos en el mundo: la tarta Linzer, emblema de la Alta Austria, con aspecto enrejado está rellena de mermelada que suele ser de grosella, y la tarta Sacher. una tarta de chocolate relleno de mermelada de albaricoque.
Los días festivos en Austria son los siguientes: el día de Año Nuevo, el seis de enero (Día de Reyes), el Lunes de Pascua, el 1 de mayo (Día del Trabajo), Ascensión, Lunes de Pentecostés, Corpus Christi, el 26 de octubre (Día de su fiesta nacional), el 1 de noviembre (Día de Todos los Santos), el 8 de diciembre (Día de la Inmaculada Concepción), el 25 de diciembre y el 26 de diciembre.
Entre los rasgos distintivos de los austriacos se encuentra su pasión por la música y el baile. Austria es un buen destino para disfrutar de ambas disciplinas, por ejemplo durante todo el año, excepto entre finales de junio y mediados de septiembre, se puede disfrutar de un concierto en la sala dorada del Musikverein donde cada uno de enero se celebra el tradicional concierto de Año Nuevo. Entre enero y febrero tienen lugar en Viena elegantes bailes de salón. Entre febrero y marzo se celebra el carnaval más popular de Austria en el Tirol. En abril, en Viena se corre su popular maratón. En Semana Santa se instalan los tradicionales mercados de Pascua entre los que destacan los de Viena e Innsbruck. En julio y agosto, Graz acoge un festival de arte callejero con teatro, acrobacias, marionetas o payasos... En septiembre, Salzburgo festeja el día de su patrón, San Ruperto, con música, baile y fuegos artificiales. Desde mediados de noviembre hasta Navidad, ciudades y pueblos acogen los tradicionales mercados de Navidad.