Australia o el nuevo Eldorado, la enorme isla-continente que reúne los mayores contrastes, la cultura del placer y del aire libre, ¡más de 40 millones de canguros!, más de 7.000 playas, el 90% de su población viviendo junto al mar y una naturaleza que bate récords. Separada muy pronto del continente original, Australia es única en su ecosistema. Nada de lo que hay en ella podrá verse en ningún otro lugar: desde sus tiburones blancos y sus cocodrilos marinos de 7 m hasta sus más de 24.000 variedades de plantas y sus 2.500 km de arrecife de coral… Pionera de la industria cinematográfica y uno de los principales productores de vino del mundo, es también meca de la multiculturalidad, que se refleja en sus más de 225 lenguas, una gastronomía que ha desempolvado las viejas recetas europeas y el Australian way of life, donde el culto a la amistad (mateship) es casi un principio constitucional.
En avión. La duración del vuelo depende de la compañía aérea, del lugar de escala (Asia o los emiratos árabes) y del lugar de destino. Calculad una media de 25 h de viaje. Desde los aeropuertos de Madrid y Barcelona se puede volar a Sídney, principal aeropuerto de Australia, pero también a otras ciudades (Melbourne, Brisbane, Darwin, Perth o Adelaida) en función del recorrido que vayáis a hacer.
Los precios más altos son los de la temporada alta australiana (diciembre-febrero).
Si solo disponéis de unas semanas, limitaos a visitar una o dos regiones, tomando un avión para ir de una a otra: Qantas Airways (https://www.qantas.com/es/en.html) y Virgin Airways (https://www.virginaustralia.com/au/en/). Otras posibilidades: en autobús, alquilando una furgoneta o un automóvil entre varios en algunas regiones o compartiendo gastos, etc. Según el tiempo de que se disponga, es posible combinar distintos medios de transporte.
No hay ningún problema para encontrar el tipo de alojamiento más conveniente: hay para todos los gustos y presupuestos. Desde el hotel estándar al cámping gratuito, pasando por albergues juveniles o casas particulares. En Sídney, Melbourne y a lo largo de la Gran Barrera de coral hay que reservar con antelación durante la temporada alta. Como alternativa también es posible alojarse en apartamentos, pubs y granjas o explotaciones agrícolas a cambio de unas horas de trabajo al día (Woofing).
Australia es uno de los destinos turísticos más singulares. Un inmenso país -unas 15 veces España- que es una isla y a la vez un continente, en el que la naturaleza se muestra en todo su esplendor: bosques tropicales, grandes desiertos, playas sin fin o la espectacular Gran Barrera de coral. Su aislamiento ha preservado una flora y una fauna con especies autóctonas de las que el canguro, el ornitorrinco, el emú o el casuario son solo una pequeña muestra...
Con una animada vida nocturna y una de las mayores concentraciones de street art del mundo, Melbourne fue elegida «la ciudad más agradable para vivir del mundo» por The Economist.
Una bahía mítica, un dinamismo que ya quisieran muchas capitales europeas, unos habitantes increíblemente desenvueltos... Sin duda, una de las ciudades más cool del planeta.
El lugar perfecto para los enamorados de la naturaleza salvaje, a los que les gustaría encontrar todos los animales del país en un solo lugar, y espectaculares paisajes que cambian sin cesar.
Sus 74 paradisíacas islas se escalonan entre el continente y la Gran Barrera de coral. Playas de una arena inmaculada, la vegetación de un verde intenso y las aguas, que oscilan entre el azul celeste y el marino
Alberga una de las formaciones más emblemáticas del planeta, el Uluru. Este peñón se eleva en medio del desierto. Es un lugar sagrado para los aborígenes desde hace más de 30.000 años.
Su principal playa, aunque parezca increíble, tiene más de 120 km, pero las medusas y los tiburones hacen imposible el baño. Sus numerosos lagos de aguas turquesa son un excelente consuelo.
Australia alberga muchas playas de fama mundial para la practica del surf como las de Gold Coast, Bondi Beach (una de las más famosas) o Bells Beach.
Convertido en símbolo del país, está rodeado por un largo muelle que por las noches se transforma en un inmenso bar. Una parada indispensable para ver la iluminación de la Ópera.
Patrimonio de la Humanidad, con sus 400 tipos de coral y sus 1.500 especies de peces, el arrecife más grande del mundo se extiende por más de 2.500 km frente a las costas de Queensland.
En casi 250 km se suceden paisajes diferentes casi en cada curva. Pasa junto a los Twelve Apostles, una de las maravillas naturales del país.
Desde lo alto de sus farallones se disfruta de magníficas panorámicas y, en el fondo del valle, una selva tropical con una densa vegetación.
Sin duda, el mejor lugar de Australia para ver a estas campeonas del salto fuera del agua. Estos gigantes de los mares pueden medir hasta 16 m de longitud y pesar cerca de 45 t.