Con más de 8.500.000 km2 y más de 200 millones de habitantes, Brasil es un continente dentro de un continente, una desbordante frontera cultural donde se mezclan materialismo y misticismo, el fasto del carnaval y la miseria de las favelas, la profusión del barroco colonial y el futurismo de Brasilia, las creencias africanas y las cristianas. En sus cinco grandes regiones veréis inmensas selvas donde habitan aves, reptiles y mamíferos únicos en el mundo y naciones indígenas que perpetúan sus tradiciones ancestrales; inmensas propiedades privadas para cuyos coroneis trabajan los campesinos hacinados en las grandes ciudades; mesetas áridas cubiertas por el cerrado y el pantanal, un mundo de descubrimientos y excursiones; cataratas de inigualable belleza, costas y playas espléndidas, montañas boscosas salpicadas de lagos que os permitirán la práctica de deportes al aire libre… Y dejaos conquistar también por el inmenso patrimonio musical del país y por sus gentes.
Iberia, Air Europa y LATAM Airlines ofrecen vuelos directos desde España hasta Río de Janeiro o São Paulo. La oferta se amplía con otras compañías europeas y Aerolíneas Argentinas que hacen escala en ciudades europeas.
En vuelos interiores también las compañías GOL y Azul.
El avión es casi obligatorio para las distancias largas. Utilizaréis autobuses (¡o los barcos en el Amazonas!), pero no siempre resultan más baratos. Alquilar un coche ofrece una mayor libertad de movimientos pero resulta difícil surcar un país tan grande con un solo medio de transporte.
No hay ningún problema para encontrar el tipo de alojamiento más conveniente: hay para todos los gustos y presupuestos. Desde el hotel-pousada al cámping, pasando por albergues juveniles, apartamentos o redários en la Amazonia (cobertizos con hamacas y aseos).
¿Por dónde empezar? Será la primera pregunta que os hagáis cuando planifiquéis vuestro viaje a Brasil. Una pregunta difícil de responder pues este vasto país es un continente en el interior del continente americano. Otra pregunta común: ¿playa o montaña? Aunque en este caso la formularíamos así: ¿playa o selva? Tenéis por delante una emocionante labor, ¿a dónde ir? ¿cómo organizar el viaje? La guía Trotamundos de Brasil os proporciona algunas respuestas y os propone la visita comenzando por el sureste: Río de Janeiro y sus playas, Sao Paulo, Espirito Santo y minas de Gerais...
Dos extraordinarios miradores sobre la ciudad y su bahía, únicos en el mundo.
193 km2 de espacio protegido, sin coches y con una actividad turística que se concentra en torno a Vila do Abraão. Un paraíso muy cerca de Río.
Más de 200 cascadas compartidas con Argentina y Paraguay. En medio de una nube de vapor y un atronador estruendo, ¡se contempla un espectáculo grandioso!
Una pequeña joya colonial, a 280 km de Río, por la que parece que no ha pasado el tiempo desde su fundación en el siglo XVIII.
Increíble ciudad futurista y utópica creada por Niemeyer y Costa en medio de la nada. Los urbanitas, los cazadores de imágenes insólitas, los amantes de la arquitectura estarán encantados...
Próxima a la frontera boliviana, esta vasta llanura atravesada por el río Paraguay y sus afluentes es la reserva natural de animales más bella de Brasil.
Próxima a la frontera boliviana, esta vasta llanura atravesada por el río Paraguay y sus afluentes es la reserva natural de animales más bella de Brasil.
La ciudad más africana de Brasil. Seduce por su costa, su majestuosa bahía y su centro colonial, pero también por su cocina típica y uno de los ambientes musicales más ricos del país.
Cascadas, estanques, dunas blancaa, lagos de agua dulce, playas desiertas donde se refugian tortugas y aves... Dos parques nacionales para marchas inolvidables.
Florianópolis y sus playas, São Luís do Maranhão.
Desfilando con una escola do samba, en Río, siguiendo a un trio elétrico en Salvador o mezclándose con la multitud en la menos bulliciosa Olinda…
Desfilando con una escola do samba, en Río, siguiendo a un trio elétrico en Salvador o mezclándose con la multitud en la menos bulliciosa Olinda…
Todo esto y más os ofrece Ihla Grande, una isla tropical a la que llegaréis en barco desde Angra dos Reis.
Es el centro cultural más importante de Sudamérica: cine, teatro, música, arte, terreiros de umbanda y candomblé, centros espiritistas... Y también un sinfín de restaurantes y locales para disfrutar hasta el amanecer.
Lo mejor es hacer una excursión desde Manaus durmiendo en hamacas, casas particulares o lodges. Subir a las copas de los árboles, ir al encuentro de las aguas, caminatas por la selva. Nada debe quedarse en el tintero.
A orillas del Tapajós, una magnífica playa dorada, un lago (el Verde) de aguas turquesas, el rumor de las palmas, un paseo en canoa, unos cocos dulces… ¿Qué más se puede pedir?
Todo ello en Jericoacoara, y además cocoteros, dunas de fina arena, lagunas de agua salada y dulce, inmensas playas… Y sublimes puestas de sol.
Ajenos al turismo, Prainha do Canto Verde, Galinhos o en la costa entre Japaratinga y Maceío. El mar, la arena y el viento, y nada más... ¡Esto también es Brasil!