Un viaje al Caribe siempre es sinónimo de playa y relax, pero en cuanto se pisa el suelo del territorio dominicano uno se da cuenta de que el ritmo del merengue y la bachata se adueñan del espíritu, y que los pies ya no dejarán de moverse en todas las vacaciones. Territorio descubierto por Colón en 1492, se convirtió desde los años 70 del siglo XX en un destino turístico de primer orden, gracias no solo a una naturaleza privilegiada sino también al impulso dado por el gobierno a esta industria, facilitando la construcción de grandes complejos hoteleros que ofrecen todas las comodidades y actividades que se puedan desear para pasar unos días inolvidables. Los principales destinos son Playa Bávaro y Punta Cana así como La Romana, al este, Puerto Plata y Samaná, al norte, y por supuesto la capital Santo Domingo y sus alrededores, si bien aumenta constantemente el turismo interior hacia los parques naturales.
La mayoría de las agencias de viajes ofrecen este destino. Sin embargo, por el aceptable índice de seguridad y excelente infraestructura turística también podemos recorrer el país por nuestra cuenta, aunque siempre tomando las precauciones elementales. Conviene extremar la precaución para evitar en la medida de lo posible la picadura de mosquitos.
Los seguros básicos suelen cubrir gastos médicos, pérdida del equipaje, cancelación del viaje, accidentes y responsabilidad civil, pero vale la pena pagar un poco más para estar asegurado en caso de desastres naturales o accidentes al practicar deportes de riesgo.
Para una estancia máxima de 30 días, pasaporte en vigor y en buen estado, con una vigencia mínima de 6 meses y visado o tarjeta de turismo que se tramita a la llegada en los puestos fronterizos dominicanos, preferentemente en los aeropuertos, y cuyo coste es de 10 dólares o 10 euros. Aquellos viajeros que deseen permanecer más de treinta días deberán pagar una tarifa adicional en el puesto de Migración.
Si se va a alquilar un coche se necesita el permiso de conducir y extremar la precaución pues el índice de siniestralidad es muy elevado.
Es tropical cálido, por lo que tiene una temperatura estable a lo largo de las estaciones, con una media entre 25 y 35 ºC. Las lluvias son abundantes pero suelen durar poco. La temporada de huracanes va desde el 1 de junio al 30 de noviembre. Se recomienda consultar la web del Centro de Operaciones y Emergencias.
El huso horario utilizado es GMT-4. La diferencia horaria respecto a España dependerá de la época en que se haga el viaje; si vas en invierno la diferencia será de 5 horas, pero en verano será de 6 horas (desde Canarias 1 hora menos).
La moneda oficial es el peso dominicano, fraccionado en 100 centavos, aunque también admiten el dólar estadounidense en los establecimientos turísticos. Se puede cambiar en los bancos, hoteles y casas de cambio. Las tarjetas Master Card y Visa se aceptan en la mayoría de sitios, pero hay que tener cuidado ante las estafas por duplicados o copias de número.
República Dominicana cuenta con ocho aeropuertos internacionales (dos en Santo Domingo, Punta Cana, Puerto Plata, La Romana, Samaná, Santiago, Barahona) y tres puertos marítimos principales, dos en Santo Domingo y uno en La Romana, además de otros para recibir pasajeros de los cruceros anclados cerca de Isla Catalina, en la costa sur, y en la Bahía de Samaná, en la costa noreste.
Iberia y Air Europa ofrecen vuelos directos desde España así como las compañías de bajo coste, Wamos Air y Evelop.
Contratar en una agencia de viajes un paquete que incluya el viaje y el alojamiento es la mejor opción.
El sistema de transporte público de la República Dominicana es bastante moderno y extenso. Hay taxis por todos los sitios, Uber está presente desde 2015 en tres ciudades principales -Santo Domingo, Santiago y Puerto Plata- y Cabify en Santo Domingo, ciudad que además tiene dos líneas de metro. Son muy populares las motoconchos, moto taxis muy baratas y rápidas aunque no muy seguras.
Para ir a cualquier pueblo o ciudad siempre hay autobuses, grandes o pequeños, que son conocidos con el nombre de guaguas. Hay tres compañías importantes que ofrecen servicios diarios a las principales ciudades, en autocares modernos con aire acondicionado, wifi y videos (Metro Tours, Caribe Tours y Expreso Bávaro).
Si se opta por alquilar un vehículo, hay que decir que el país está bien comunicado por amplias y modernas carreteras que conectan los destinos turísticos más populares. Las autopistas cobran el peaje en pesos dominicanos.
República Dominicana cuenta con el mayor número de habitaciones de hotel en todo el Caribe. Muchas de las empresas hoteleras más importantes del mundo se encuentran presentes, además de una serie de hoteles boutique, muchos hoteles pequeños y económicos y albergues ecológicos. Los hoteles todo incluido, con numerosas actividades para niños y mayores, son la mejor opción para no tener que preocuparse de nada y disfrutar de las vacaciones. Para estancias más largas también hay numerosos apartamentos en alquiler.
Una guía compacta con todo lo mejor de República Dominicana y mucha información útil y actual para disfrutar de un viaje a este paraíso caribeño. A través de Una mirada a República Dominicana, la guía ofrece una breve historia del país con unas claves para entender la realidad actual y su perfil social...
Reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es un damero de 16 pequeñas calles plagadas de tesoros arquitectónicos de los siglos XVI al XX. Puede recorrerse a pie, o en el Chu Chu Colonial, un tren turístico que hace un recorrido de 45 minutos por la zona. Los monumentos más destacados son el Alcázar de Colón, la Catedral Primada de América y la Fortaleza Ozama.
Es una imitación de un pueblo italiano del siglo XVI que se construyó a finales de los años 70 del siglo pasado como centro cultural y de ocio de la Casa de Campo. Las pequeñas casas que flanquean sus calles empedradas alojan restaurantes de lujo, tiendas, galerías de arte... Está construido con piedra coralina y en él se encuentra la Escuela de Diseño de Altos de Chavón, además de un anfiteatro con capacidad para 5.000 personas que fue inaugurado por Frank Sinatra. En el río que lo atraviesa se rodaron algunas escenas de "Apocalipsis Now" y de "Rambo".
Conocido también como "Isla Bacardi" porque allí se rodó el célebre anuncio de esa bebida, es un islote en la bahía de Samaná rodeado por unas maravillosas aguas turquesas y con playas de arena blanquísima. Un verdadero paraíso en el que de enero a marzo se pueden avistar ballenas jorobadas.
La mayor iglesia católica del Caribe es el santuario de la Virgen de La Altagracia, protectora de los dominicanos. Alcanza los 80 m de altura y su monumental puerta de bronce fue bendecida por el Papa Juan Pablo II en Roma. El Museo de La Altagracia exhibe una colección de pinturas y joyas que han sido donados a la iglesia por los fieles católicos desde el siglo XVIII.
La Isabela o Villa Isabela (1493) fue la primera ciudad fundada en la República Dominicana, en aquel tiempo conocida como La Española. Colón le dio ese nombre en honor a la reina Isabel La Católica, que le había financiado el viaje hacia tierras desconocidas. En el parque arqueológico se encuentran las ruinas de la casa de Cristóbal Colón, dañada por un temporal en 2017, la única que el almirante tuvo en el Nuevo Mundo, y los restos de la primera iglesia.
Situada al sur del parque, está habitada por numerosas aves, tortugas, delfines, ballenas y manatíes. Solo viven en la isla, del turismo y la pesca, algo más de 1.000 habitantes, que lo hacen en cabañas de palmas o madera ya que es zona protegida y está prohibido construir. Las excursiones en barca salen principalmente desde la playa Bayahibe, cerca de La Romana.
Las increíbles playas de Punta Cana o Puerto Plata encuentran su complemento natural en el Dolphin Discovery Punta Cana y el Ocean World respectivamente, donde se puede hacer realidad el sueño de interactuar con estos inteligentes animales, además de recibir consejos para cuidar el medio ambiente.
Normalmente engloba una excursión a los campos de cultivo del tabaco para poder observar todo el proceso desde el principio, el secado de las hojas y finalmente la elaboración artesanal de los puros dominicanos por verdaderos expertos, los torcedores. Suele incluir una degustación para el que quiera probarlos y la tienda para comprarlos.
Aunque no seas un experto jinete, los caballos son tan dóciles que no ofrece ninguna dificultad montar en ellos para ver las increíbles panorámicas que ofrece el entorno natural dominicano. Además, podrás acceder a sitios que de otra manera sería imposible.
Conocido como Jardín Botánico Dr. Rafael María Moscoso, en homenaje póstumo al primer botánico dominicano que escribió un Catálogo de la Flora de la Isla La Española, es el más grande del Caribe y ocupa una extensión de dos millones de metros cuadrados. Tiene clasificadas más de 69.000 especies botánicas, distribuidas en ocho ecosistemas. Se puede recorrer andando o en trenecitos.
Es algo más que un baile. Inscrito en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco desde 2016, no solo es un ritmo presente en todo el país, forma parte de la manera de ser dominicana y encaja perfectamente con el carácter jovial de sus habitantes, siempre dispuestos a divertirse.
O simplemente contempla como, en cualquier sitio, se improvisa un campo para jugar a este deporte por el que los dominicanos sienten verdadera pasión. Es el deporte oficial de la República Dominicana desde que se introdujo en el país, a finales del siglo XIX, por marineros estadounidenses.
Por la extensión del país, cada región tiene unas especialidades culinarias diferentes pero, como norma general, se puede decir que el plátano, el coco, el arroz, las habichuelas, la carne de cerdo o ternera y algo de pescado son la base de casi todos los platos.
Quizás el plato nacional sea el sancocho, preparado en ocasiones especiales y elaborado con yuca y plátano, pero otras elaboraciones muy populares son la bandera, el locrio y el moro, en los que predomina el arroz. Entre los postres, a los que los dominicanos son muy aficionados, destaca el majarete, hecho con mazorcas ralladas, leche de coco, vainilla, canela y azúcar.
En cuanto a las bebidas, las que más se consumen son la cerveza, suave y fría, y el famoso ron dominicano, preparado con caña de azúcar y de intenso color ámbar.