Texto: José Luis Bauset, del blog Viajefilos
Fotos: 123rf.com

Un viaje a Roma siempre es una buena opción, sobre todo para aquellos que disfrutan del turismo gastronómico. Y es que la cocina italiana gusta en todo el mundo. Desde los platos más conocidos de pasta y las omnipresentes pizzas, hasta algunos sabrosos guisos menos habituales en la mesa de los turistas, pero que también forman parte de la mejor gastronomía de Italia y, en concreto, de la más tradicional cocina de Roma.

Vamos a iniciar un viaje gastronómico a Roma con José Luis y Carmen, fundadores, hace más de 10 años, del blog Viajefilos. Ellos han probado en su último viaje a Roma las exquisitas elaboraciones que os enseñamos y nos lo cuentan todo con pelos y señales. Si tienes curiosidad por sus múltiples viajes a Italia pincha aquí.

Italia es uno de los destinos preferidos por los españoles y Roma la ciudad a la que siempre quieres volver. El mínimo de días recomendado para hacer una buena visita es al menos tres, por eso te recomendamos que si no quieres perderte elijas nuestra

Guiarama Compact Un corto viaje a Roma para explorar la ciudad. Si tienes más tiempo y está entre tus planes recorrer de arriba abajo las calles romanas y visitar El Vaticano, la Guía Total de Roma y El Vaticano no puede faltar en la maleta.  

Ya lo sabéis…

Este año es para viajar y si es a Roma mejor que mejor.

Los tres platos de pasta más sabrosos de Roma

Son tantas las recetas romanas que resulta muy difícil escribir sobre todas ellas, pero hemos querido hacerlo acerca de los tres platos que no debes perderte en un viaje a Roma. Podríamos recomendaros lugares donde probar estos platos en la capital italiana, pero vamos a contaros primero que es lo que tenéis que pedir para no equivocaros.

Rigatoni alla Carbonara

Bucatini all’ Amatriciana

Tonnarelli cacio e pepe

Rigatoni alla carbonara

La primera, la pasta carbonara, una de las más tradicionales y consumidas en toda Italia y en el mundo. Pero antes, queremos contaros algo acerca de su curioso origen en las montañas de los Apeninos. Allí, los mineros, conocidos como carboneros, cocinaban esta salsa para la pasta con la idea de aumentar las calorías de su ración. La ingerían a toda velocidad, aún muy caliente, de modo que el huevo no llegara a cuajarse. Así es como se sirve hoy en día, hay quien dice que espolvoreada con pimienta negra en honor al carbón de aquellos primeros comensales. La verdad es que la receta alcanzó su fama en la Segunda Guerra Mundial, de la mano de los ejércitos americano e inglés, que hicieron la salsa suya para mejorar sus aburridos huevos con bacon.

Sea como fuere, en un viaje a Roma se ha de probar una pasta a la carbonara. El romano reconoce que hay tantas maneras de terminarla como cocineros, pero todos coinciden en lo básico. Dentro de los muros de la capital de Italia todos están de acuerdo en que la pasta correcta para una carbonara son los rigatoni. Opinión que no pone de acuerdo el resto del país, donde para algunos la pasta correcta es el tonnarello, un espagueti cuadrado; o los tagliatelle, una pasta más larga, parecido al espagueti y conocido en España como tallarín.

Las proporciones correctas para una carbonara también cambian según donde preguntes, dicen que hay tantas posibilidades como portales tiene la antigua ciudad. Eso sí, todo el país está de acuerdo en que los ingredientes son tres: huevos, queso pecorino y como embutido, el guanciale, un tocino que se cocina crujiente y le da todo el sabor. Mucho cuidado con echarle nata.

spagueti carbonara

Bucatini all’amatriciana

Otro de los platos que no debes perderte en un viaje a Roma es la pasta a la amatriciana. Habitualmente verás en las cartas, los bucatini all’amatriciana. Son unos espaguetis más gruesos y huecos, si bien originalmente solo se reconocía para acompañar la amatriciana, los clásicos espagueti.

La receta llegó de Amatrice, un pueblo de montaña del Lacio, a unas dos horas de la capital, tristemente conocido en 2016 por un terremoto que azotó Italia central. Tal fue la destrucción de esta población que durante un tiempo hubo una propuesta solicitándose dos euros por cada plato a la amatriciana que se servía. Fueron muchos los restaurantes que se unieron a esta iniciativa solidaria.

Esta pasta inicialmente era de las conocidas como “blancas”, sin tomate. Lo más parecido hoy día a la pasta alla gricia que todavía se cocina actualmente. Pero la amatriciana en Roma exige un buen tomate y de nuevo, el guanciale será el que aporte más sabor a la receta.

Bucatini a la amatriciana

Tonnarelli cacio e pepe

La última, pero no menos importante y sabrosa: los cacio e pepe. Simples y realmente exquisitos. Simplemente espaguetis salteados con aceite, pecorino romano y pimienta. Eso sí, habitualmente se utilizan tonnarelli, algo más largos y finos. Es un plato que sorprende tanto como la sencillez de su receta. La receta llegó de la mano de los pastores trashumantes que únicamente llevaban estos ingredientes en sus viajes. Cuesta pensar que pueda ganar en popularidad a las anteriores, pero, sin lugar a dudas, nada tiene que envidiarles.

El pecorino es un queso curado elaborado con leche de oveja muy apreciado en Lacio y en toda Italia. Tiene cinco denominaciones de origen protegidas, siendo el romano el más apreciado, si bien la mayor parte de la producción proviene de Cerdeña, en contra de lo que se pueda pensar.

Spagueti cacia e pepe

Por nombrar y no dejar fuera tantos otros platos famosos de Roma: las pizzas romanas más clásicas como la de porchetta, la de fiori di zucca o la de carciofi. Mención especial estas alcachofas de Lacio y sobre todo en el barrio judío donde se hay que probar uno de los más famosos platos romanos: las carciofi alla giudia, alcachofas fritas. Y para los más carnívoros y arriesgados, la coda alla Vaccinara (rabo de buey estofado) y la trippa alla romana (callos de ternera).

Alcachofas con menta

Será por opciones… tal vez necesitareis muchos días de viaje a Roma para probarlos todos. Así que empieza a planificar tu próximo viaje a Italia ya.

Buon Appetito