Si el mundo secreto de las expediciones se oculta tras una imponente puerta, el equipamiento es la llave que nos garantiza el acceso. En EXPEDICIONES AL DESCUBIERTO el explorador Ed Staffor nos relata veinticinco apasionantes historias de superación tomando como eje de la narración el equipaje que llevaron consigo los mejores aventureros de los últimos años.

Los embaucadores textos de Stafford, junto con una cuidadosa selección de fotografías y bellísimas ilustraciones realizadas por Christine Berriehacen de esta publicación un libro único e inigualable. Sin duda, ¡el mejor regalo para viajeros con espíritu aventurero!

Si queréis saber algo más del libro, os adelantamos cinco aventuras que te harán empezar el 2021 con fuerza y muchas ganas de volver a viajar. ¡Sigue leyendo!

 

1. La vuelta al mundo en setenta y dos días con Nellie Bly

 


© Bettmann  /  Getty

Nellie Bly, periodista pionera en un mundo de hombres, consiguió convertirse en una afamada reportera en el New York Times. Un domingo de invierno de 1888, en pleno bloqueo creativo, Bly deseó estar «en la otra punta del mundo» y se propuso circunnavegar en globo en menos tiempo que el héroe de la novela La vuelta al mundo en ochenta días.

«Solo un hombre puede hacerlo», le dijo su editor cuando ella le comentó la idea. «Usted envíe a un hombre, yo partiré con la ayuda de otro periódico y ganaré», dijo ella. La reportera era una fuerza de la naturaleza, su editor no podía permitirse el lujo de perderla. Así que, un año más tarde, Nellie Bly, embarcó en el Augusta Victoria, rumbo a Inglaterra, para emprender la vuelta al mundo.

Tras complicadas aventuras y compitiendo con Elizabeth Bisland de The Cosmopolitan, que decidió empezar la carrera alrededor del globo en dirección contraria; Nellie llegó a la estación de Nueva Jersey el 25 de enero de 1890. Cañones, bocinas y silbatos, sonaban en honor a Bly, la aventurera que había dado la vuelta al mundo en solo setenta y dos días, y había cautivado a la nación.

2. Cruzar el Sáhara en coche con Eva Dickson


© Christine Berrie

Eva Dickson vivió intensamente. Conocida por sus hazañas automovilísticas y por ser la primera mujer en cruzar el Sháhara. También fue una experta amazona y una de las primeras aviadoras.

Una noche, mientras cenaba en el Club Europeo de Nairobi, un comensal machista hizo un comentario contra las mujeres que convertiría a Dickson en una de las más importantes aventureras automovilísticas del mundo. Tras poner en cuestión ciertos comportamientos y capacidades femeninas, Eva Dickson afirmó que ella era capaz de conducir desde Nairobi hasta Argelia. Apuesta que aceptó dicho comensal.

La primera parte del viaje se realizó sin ningún tipo de contratiempo, pero, cuando Eva llegó al este del Chad, apuntó en su diario que el viaje se estaba volviendo cada vez más duro. Fue en el norte del Chad, donde se enfrentaron al mayor obstáculo: un puente de madera se hundió y cayó al río.  Dickson consiguió un caballo y cabalgó durante tres días para convencer a novecientos hombres para que arreglasen el puente.

Una vez solucionado, continuó el viaje sobreviviendo a base de panecillos y agua. Por fin llegó al puerto de Argelia, ganó la apuesta y se convirtió en la primera mujer en cruzar el desierto del Sáhara en coche.

3. Sobrevolar el Océano Atlántico en solitario con Amelia Earhart


© Granger Historical Picture Archive / Alamy

Según cuentan, el interés por la aviación de Amelia Earhart empezó a los seis años, cuando montó en un tobogán en lo alto del cobertizo de su casa… Con el labio hinchado, se levantó de entre los restos de la caja de madera con la que se había lanzado y dijo gritando a su hermana: «¡Oh, Pidge, ha sido como volar!».

En 1928, Earhart saltó a la fama cuando la invitaron a unirse a los pilotos Wilmer Stultz y Louis Gordon en su Fokker trimotor convirtiéndose en la primera mujer en sobrevolar el Atlántico. Como Amelia no conocía el monoplano trimotor, no pilotó y le encargaron llevar el cuaderno de bitácora, pero prometió algún día intentarlo sola. Y así fue, en 1932, se convirtió en la primera mujer piloto en cruzar el Atlántico y, tres años después, en la primera en volar en solitario 3.860 kilómetros sobre el Pacífico.

Fue el 2 de julio de 1937 cuando desapareció en el océano Pacífico central. Y, aunque, esa gran aventura final le costó la vida, el legado de Earhart, como una de las más importantes aviadoras de la historia, pervive hasta la actualidad.

4. Primera ascensión al Everest con Edmund Hillary


© Christine Berrie

Tras la II Guerra Mundial, Edmund Hillary formó parte del intento liderado por los británicos de ascender al Everest: cuatrocientas personas, más veinte sherpas y trescientos cincuenta porteadores nepalíes, además de otros doce hombres porteadores de las monedas con las que pagar la expedición.

Durante dos meses, los montañeros ascendieron por la cascada de hielo de Khumbu hacia el Western Cwm. Las bajas temperaturas y los fuertes vientos no eran los únicos peligros. La ceguera por la nieve provocaba un dolor insoportable, pues agujereaba las córneas. Los hombres se protegían con gafas de aviador, cristales ahumados y orejeras de cuero.

Tras su exitosa ascensión al Everest, Hillary se convirtió en uno de los más célebres aventureros del siglo XX. El modesto neozelandés, no obstante, consideraba que los héroes eran los científicos, ingenieros y fabricantes del equipamiento. Sin ellos, la expedición de Hillary podría haber sido otro intento fallido de escalar la montaña más alta del mundo.

5. A pie por el Amazonas con Ed Stafford


© Keith Ducatel

«Desde niño me fascinaron los relatos sobre los grandes exploradores polares. Mis héroes eran trotamundos, navegantes en solitario, coronadores del Everest y aventureros como Sir Ranulph Fiennes. Recorrí el mundo como capitán del ejército, pero a los treinta y pocos me obsesioné con la idea de “hacer algo asombroso”. Por eso, el 1 de abril de 2008, estaba en una playa peruana, con el agua del Pacífico hasta los tobillos, listo para dar los primeros nueve millones de pasos que me llevarían a cruzar Sudamérica para convertirme en el primero en recorrer a pie la cuenca del Amazonas, desde su nacimiento en los Andes, hasta las orillas del Atlántico», narra Ed Stanfford.

Ochocientos sesenta días después, con algunas jornadas más duras que otras, como la que pasaron batallando a través de inhóspitos pantanos, al borde de la inanición y con poca agua, terminó su aventura por el Amazonas. Como sus héroes de la infancia, logró algo asombroso: estableció un nuevo récord Guinness mundial. «Un orgullo de por vida», asegura Stanfford.

¿Quieres saber más detalles sobre estas historias y conocer a veinte exploradores y exploradoras más? Estas navidades, hazte con el libro EXPEDICIONES AL DESCUBIERTO  de Ed Staffor, y contágiate del espíritu de superación que encontrarás en cada capítulo.

 

Foto de cabecera: © Herbert Ponting / Scott Polar Research Institute, University of Cambridge / Getty