Ya queda poco para el próximo Xacobeo (2021) y menos todavía para las siguientes vacaciones. Para todos aquellos que piensan que hacer el Camino es una gran aventura, aquí van una serie de consejos para peregrinar a Santiago.  

¿Cuál sería la mejor época para hacer el Camino?

Lo más lógico sería peregrinar en verano, al menos por la abundancia de luz solar y la menor probabilidad de lluvias, pero se debe procurar evitar las horas centrales del día por el calor excesivo, sobre todo en las etapas riojanas y castellano leonesas. Pero los mejores meses para realizar el Camino son los meses finales de la primavera (de mediados de mayo a junio) y la transición al otoño (de septiembre a finales de octubre). El invierno es la época más dura por el frío, la niebla, la escasez de luz; también debemos tener en cuenta que en esta estación del año muchos albergues cierran sus puertas.

¿Qué Camino elegir?

Dependiendo del lugar de partida hay hasta 22 caminos tradicionales. Os vamos a recomendar los que nos parecen más interesantes:

El Camino Primitivo. El Camino de Oviedo a Santiago, llamado también Primitivo, es el más antiguo de todos, más aún que el Camino Francés, pues comunicaba la capital del reino astur con la ciudad en la que había sido descubierto el sepulcro del apóstol Santiago. Puede resultar un poco difícil de atravesar debido a las zonas de montaña muy despobladas, pero la ruta es muy atractiva; lo que hace de él un reto tentador.

El Camino Norte, o de la costa, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (2015). Resultará muy agradable hacerlo en verano y poder disfrutar de una climatología más suave, de las playas y porque ofrece una red de albergues más que suficiente. Con inicio en Irún, a partir de Villaviciosa permite elegir otros Caminos: el Primitivo, que conduce a Oviedo por Valdediós y Pola de Siero; o el de la costa, pasando por Gijón o Avilés.

Tanto si quieres emprender esta aventura a pie como en bicicleta, no dejes de usar nuestra Guía del Camino de Santiago, que te ayudará a desenvolverte en el Camino Norte.

El Camino Francés es el que sigue la marcha del sol, de este a oeste, y al anochecer el rastro marcado en el cielo por la Vía Láctea. Es el más conocido, el más transitado, el mejor señalizado y el que ofrece la red de albergues más amplia. Ha sido declarado Primer Itinerario Cultural Europeo y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Desentraña lo secretos del Camino Francés con esta Guía del Camino de Santiago.

El Camino Portugués es el segundo más transitado. Entra en Galicia por Tui y en sus etapas hasta Santiago pasa por Pontevedra, Padrón, Caldas… Por el momento solo aparece señalizado con flechas amarillas desde la ciudad de Oporto, y en Portugal no hay albergues. Los peregrinos suelen quejarse de que el camino transcurre por demasiado asfalto.

Para este tramo del Camino de Santiago, la Guía del Camino Portugués será tu fiel compañera.

El Camino Inglés cuenta en Galicia con dos alternativas: el itinerario desde A Coruña (74,8 km) y el que parte desde Ferrol (118,39 km). Ambos, llenos de atractivos e historia, confluyen a mitad de camino en la localidad de Bruma, desde donde continúan juntos hasta Compostela. Tened en cuenta este Camino los que dispongáis de poco tiempo o busquéis una escapada más express.

Elijas la ruta que elijas, te será más fácil con la Guía del Camino Inglés de Anaya Touring.

¿Dónde empezar?

La decisión de empezar en un lugar concreto deberá ser tomada en función del tiempo del que dispongamos y de la época del año en que pensamos realizar el Camino. La práctica de hacer el Camino por tramos, cada vez más extendida, provoca la frustración de abandonar una empresa a medio camino, sin llegar a la meta, perdiendo compañeros de ruta y ese hilo conductor, de principio a fin, que constituye uno de los mayores encantos del Camino. Para los que solo disponen de una semana o dos, es preferible recorrer los tramos finales, y llegar a Compostela.

Si tenemos en cuenta que el Camino de Santiago nació con vocación internacional y que durante la Edad Media la inmensa mayoría de los peregrinos procedían de más allá de los Pirineos, del interior de Europa, nuestra recomendación para los que deseen hacer el Camino Francés y quieran hacerlo entero es que empiecen por alguna ruta francesa, como el Camino de Arlés (señalizado con marcas jacobeas y de tránsito más duro únicamente en su tramo final), el Camino de Le Puy (el mejor balizado, más frecuentado pero no el más cómodo), o el Camino del Piamonte (el más hermoso pero también el más duro) ya que empezar por los Pirineos (Roncesvalles o Somport) puede ser agotador, además ¿cómo va a comenzar un camino en una cumbre?

Camino de Santiago desde Saint-Jean-de-Pied-de-Port a Roncesvalles por Valcarlos
Camino de Santiago desde Saint-Jean-de-Pied-de-Port a Roncesvalles por Valcarlos

¿Dónde terminar?

Aunque todos los Caminos terminan en Santiago, no obstante, cada vez son más los peregrinos que, siguiendo un ancestral y piadoso itinerario hacia poniente, desean concluir su camino en Finisterre, al borde del océano. Su nombre procede del latín finis terrae, ya que esta frontera al borde del océano era en la Edad Media el lugar en el que se creía que terminaba la Tierra.

¿Está el Camino bien señalizado?

Perderse en el Camino Francés español es difícil, pues son miles los elementos que encontraréis durante la ruta.
La más universal y extendida de las señales jacobeas es la flecha amarilla, visible en muros y sobre las piedras del camino, en los postes o el asfalto, en la corteza de los árboles y las señales de tráfico. Son renovadas periódicamente por las Asociaciones de Amigos del Camino.

¿Cómo son los albergues?

Los albergues responden a una misma demanda, pero su tipología y sus características son dispares. Los hay extremadamente sencillos, que solo ofrecen un techo como cobijo; mientras que otros parecen hotelitos de diseño.
Hoy en día todos disponen de agua caliente, muchos también de cocina, y los que abren sus puertas en invierno suelen disponer de calefacción, pero no todos ofrecen un lugar donde guardar a buen recaudo las bicicletas, o una cocina para poder preparar la comida. Su capacidad varía de las 2 a las 200 plazas, normalmente con literas a veces de hasta tres pisos, o cuando menos con colchonetas. Las nuevas normativas prohíben que se ocupen más plazas de las registradas, por lo que salvo excepciones ha pasado a la historia la vieja práctica de dormir en el suelo.
Los albergues mejor dotados suelen tener, además de la cocina y la nevera, algún que otro electrodoméstico como lavadora, secadora o un microondas.

¿Cómo funcionan los albergues?

  • Como norma, los albergues franceses admiten reservas, por lo que resulta conveniente hacerla. En España esta opción se reduce solamente a los albergues privados, cada vez más abundantes.
  • Los albergues en España son públicos y privados y en cada caso tienen sus normativas de funcionamiento propias. Los públicos están gestionados por la administración pública (ayuntamiento, comunidad autónoma), por entidades religiosas (parroquias) o por alguna asociación de tipo vecinal. Los privados están gestionados por particulares.
  • En los públicos, por regla general, las plazas se asignan por orden de llegada dando preferencia a los peregrinos de a pie o con problemas físicos, en último lugar a los ciclistas. Si queda espacio, algunos albergues permiten pasar la noche a los acompañantes que van en coche de apoyo.
  • Y no olvidéis que, para tener acceso a los albergues específicos de peregrinos, y no solo a los públicos, es imprescindible la credencial.
  • Los peregrinos debemos respetar escrupulosamente las normas de cada albergue, pues esta es la mejor manera de no crear tensiones innecesarias tanto con los hospitaleros como con el resto de los ocupantes. A partir de la hora señalada, se debe guardar silencio, pero esto no es exigible antes de dicha hora por mucho que algún peregrino pretenda darse un gran madrugón.

¿Quiénes son los hospitaleros?

En gran parte de los albergues nos encontraremos con los hospitaleros, que son personas que ayudan a los peregrinos de forma altruista y voluntaria y asumen la responsabilidad de informar, resolver problemas y ayudar a todos, así como mantener el albergue limpio y organizar la cena comunitaria y otras actividades. Con ellos y los demás peregrinos se suele establecer una amena reunión al final del día.

La Credencial y la Compostela

La Credencial, creada por las Asociaciones de Amigos del Camino y unificada en 1987, ha sido homologada por la Catedral de Santiago y es distribuida tanto por las Asociaciones (en sus oficinas o por correo) y centros religiosos (parroquias, conventos, obispados…) como en los principales puntos de partida de la ruta, a través de internet y hasta como regalo en distintos packs turísticos y guías. Sirve al peregrino para justificar su condición y obtener una serie de derechos, quedando a su vez obligado a respetar las condiciones de uso. En ella deberéis ir colocando los sellos y firmas con fecha que certifican el paso (al menos uno por etapa). Os permitirá acceder a los albergues de peregrinos y, una vez llegados a Santiago, obtener la Compostela.

La Compostela es un documento que se entrega a los que han realizado el Camino, prescindiendo de la motivación, y hayan cubierto al menos los 100 últimos kilómetros a pie o los 200 últimos kilómetros en bicicleta o a caballo.

Para verificar que el Camino se hace a pie y no en coche, ahora también se exige que en los 100 últimos kilómetros se pongan dos sellos por día: el de pernocta y uno intermedio de paso.

Y a disfrutar del Camino

  • La Naturaleza os acompañará, etapa tras etapa. Disfrutad de los paisajes, de los bosques, de las sombras, de los ríos… Disfrutad de la variada gastronomía del Camino. Y también, disfrutad del arte románico.
  • A lo largo del Camino Francés podréis ver excelentes ejemplos de la arquitectura románica. El gótico también estará presente en esta Ruta, pero no es un estilo tan identificado.
  • A lo largo del Camino del Norte podréis disfrutar de una exquisita gastronomía, del frescor del paisaje, de las playas… De grandes y pequeñas ciudades con sus museos y su rica arquitectura.
  • Tened en cuenta que las prisas son malas consejeras, y la obsesión por cumplir objetivos prefijados, una pesada carga. Disfrutad de las paradas y los descansos, disfrutad de un café o un tentempié.
  • Y recordad que el Camino os brindará la oportunidad de conocer a muchos peregrinos y hacer nuevos amigos.

¡¡Buen Camino, peregrinos!!