Es la ciudad más cosmopolita y una de las más atractivas del mundo con una gran población que procede de todo el planeta. El distrito de Manhattan, más conocido como la Gran Manzana, concentra los lugares más emblemáticos y reconocidos como Times Square y sus neones, los rascacielos de Wall Street o el frondoso Central Park. Iconos como el Empire State, la estatua de la Libertad, Chinatown, el Puente de Brooklyn (en la imagen) o el nuevo One World Trade Center son visitas obligadas que no muestran, sin embargo, la idiosincrasia real de una metrópoli tan impresionante. La oferta de ocio, cultura y diversión es muy amplia: desde los musicales de Broadway al arte en la Museum Mile. También son de interés otros distritos como Brooklyn, Queens o Staten Island. No es raro experimentar un déjà vu al pisar la ciudad por primera vez porque Nueva York siempre ha sido y será un gigantesco plató de cine.
Pasaporte de lectura electrónica válido por un período mínimo de seis meses a partir de la fecha de entrada y cumplimentar por internet el ESTA (Electronic System for Travel Authorization).
La atención sanitaria es privada y muy cara. Se recomienda contratar un seguro médico e informarse con detalle de su cobertura antes de salir de viaje.
La estación más favorable para visitar la ciudad es el otoño, con temperaturas suaves. La primavera suele ser corta y lluviosa. Los extremos se dan en el invierno y en verano, con frío y calor extremos.
La España peninsular tiene seis horas de adelanto con respecto a Nueva York. Como en ambos países se cambia la hora, en algún tramo del año esta diferencia horaria puede ser superior.
Es aconsejable adquirir una tarjeta de descuento para utilizar el transporte urbano y obtener descuentos en las entradas a museos, atracciones, teatros, etc. El tipo de tarjeta dependerá de los días de estancia y los lugares que deseemos visitar.
En NY solo se aceptan dólares estadounidenses y aunque el uso de las tarjetas de crédito está muy extendido, es conveniente llevar dinero en efectivo.
Hay numerosas aerolíneas que ofrecen vuelos directos desde las principales ciudades españolas como Iberia, Air Europa y Norwegian. Hay tres aeropuertos: al J.F. Kennedy, a 24 km de Midtown en el sureste de Queens, llegan la mayor parte de los vuelos intercontinentales ya que dispone de ocho terminales. Otro aeropuerto es el de la Guardia Airport, utilizado principalmente para vuelos nacionales, a 12 km de Midtown. Cuando se buscan billetes de avión a NY no hay que olvidar el aeropuerto de Newark, a 25 km de Midtown en New Jersey. Todos conectan con la ciudad a través de autobuses, taxis y trenes.
Para hacer trayectos por Manhattan o desplazarse a barrios periféricos lo mejor es el Metro/ Subway. Es seguro y económico y a pesar del laberinto de líneas y estaciones es fácil viajar en él porque la señalización es frecuente y detallada. Los taxis/ Yellow Cabs se paran en la calle, no son caros si no hay atasco y la propina es obligatoria. Los autobuses son lentos pero eficientes y hay líneas en todos los barrios, Long Island y condados limítrofes. El barco es imprescindible para visitar la estatua de la Libertad.
En Nueva York existe una gran variedad de alojamientos, con opción para encontrar hospedaje según las demandas y posibilidades económicas de cualquier viajero. En Manhattan siempre es temporada alta y sus hoteles, aunque caros suelen estar llenos. Lo mejor es hacer la reserva a través de internet con mucha antelación. A través de las plataformas especializadas se pueden encontrar habitaciones en casas particulares y apartamentos a precios más económicos.
Es el símbolo por excelencia de Nueva York. El paseo en barco es muy agradable y en verano es imprescindible comprar las entradas con antelación.
Es el parque de Manhattan, el enorme espacio verde en el centro de la isla. Ofrece una gran variedad de atracciones tanto en verano como en invierno.
La plaza por excelencia, la más fotografiada, la que tiene más luces de neón y un acuario virtual, el Ocean Odyssey.
Atraviesa el East River y une Manhattan con Brooklyn. Un paseo a pie al anochecer proporciona una de las vistas más impresionantes de la isla.
El llamado MET es el museo de arte más importante de EE.UU. Vale la pena pasar un día para disfrutar de este amplio muestrario de arte universal.
El parque High Line de Nueva York transformó en zona verde una antigua línea de tren elevado en el West Side.
Sube al mirador más alto de la ciudad, el One World Observatory, en el edificio principal del World Trade Center y disfruta de unas vistas indescriptibles de Nueva York.
Saborea un sandwich de pastrami (carne de ternera en salmuera) en el deli más antiguo de la ciudad, el Katz's Delicatessen en el Lower East Side.
Pasea por las calles de Chinatown, come en alguno de sus restaurantes o curiosea en las numerosas tiendas. Es el lugar de residencia de gran parte de los asiáticos que viven en Nueva York.
Asiste a un espectáculo en Broadway. Hay para todos los gustos, desde musicales clásicos a obras de teatro modernas.
Visita el Museo de Historia Natural, interesa tanto a niños como a mayores. Tal vez la culpa la tengan los dinosaurios o la ballena azul de 29 metros.
Recorre la Quinta Avenida donde se concentran los rascacielos y las tiendas más importantes de la ciudad.
El entretenimiento está asegurado en la Gran Manzana, una ciudad que nunca duerme, las noches son igual de animadas que los días y la diversión se prolonga hasta la madrugada en restaurantes, clubes de jazz, pubs y discotecas. Broadway es la zona por excelencia para espectáculos teatrales y musicales. Meatpacking es el nuevo distrito de moda para salir de noche, se extiende entre Gansevoort y 14th Street y el río Hudson. Hay restaurantes, discotecas y bares y uno de los rooftops (bar en el ático) más exclusivos de la ciudad, el del hotel Gansevoort. Para los más jóvenes, los lugares son Hell's Kitchen y Brooklyn. SoHo y Tribeca son recomendables para comer y tomar una copa. Aunque Harlem fue tradicionalmente el barrio donde estaban los mejores clubes de jazz, en la actualidad se concentran en el West Village.