La capital de la Costa del Sol, moderna urbe que aún conserva el pintoresquismo de la antigua ciudad portuaria, se levanta al sureste del litoral mediterráneo, protegida de los vientos del norte por la barrera que forman los montes de Málaga. Sus monumentos y, sobre todo, sus más de treinta museos, encabezados por el Museo Picasso, han incorporado a la ciudad a los circuitos de turismo cultural más afamados. Por su parte, la Costa del Sol está llena de ciudades que además de su atractivo arquitectónico y monumental poseen magníficas playas de agua cálida del Mediterráneo: Marbella, con su lujoso Puerto Banús, Estepona, Fuengirola, Benalmádena, Nerja, Torremolinos, Vélez-Málaga… Lugar de cita de las más diversas gentes, desde multimillonarios que atracan sus yates en los puertos, hasta aquellos que simplemente buscan descanso en las playas o diversión en la siempre alegre noche mediterránea.
Al aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, situado a solo 8 km de la capital, llegan vuelos de numerosos destinos tanto nacionales como internacionales. Existe un importante tráfico de cruceros en el puerto de la capital, desde donde también podéis viajar a Melilla en ferri. El AVE conecta la ciudad con las principales ciudades españolas (desde Madrid el trayecto dura menos de 3 horas). Otra posibilidad es llegar en autobús. Si llegáis en coche, las carreteras principales de acceso a Málaga son la A 45, que conecta con la autovía de Andalucía A 92. La autovía del Mediterráneo A 7 recorre todo el litoral malagueño.
Como en cualquier gran ciudad, en Málaga capital os podéis desplazar de distintas maneras, tanto en transporte público (autobús urbano, metro, taxi), como en otros más orientados al turismo, tales como coches de caballos, bus turístico, bicicletas, vehículos eléctricos de alquiler (segway)… Para dejar el coche y disfrutar de la ciudad contáis con varios aparcamientos en el centro. A las localidades de la provincia podéis llegar en tren y autobús, aunque para conocer a fondo la misma la mejor opción es el coche.
Tanto en Málaga capital como en la Costa del Sol existe una amplia oferta hotelera que va desde los hostales más sencillos hasta los hoteles más lujosos, caros y glamurosos. Otras opciones para alojarse las tenéis en los apartamentos vacacionales, sobre todo en las zonas de playa, y las casas rurales en la sierra y los pueblos del interior.
Cobijada bajo la cadena de montes que llevan su nombre y extendida alrededor de la espléndida bahía en la que hay que buscar sus orígenes, Málaga es una ciudad alegre y bulliciosa, cálida, cosmopolita y vitalista. En el apartado titulado Visita a Málaga se describen seis rutas que permiten explorar toda la riqueza monumental y artística de la ciudad y sus alrededores...
Reúne más de 150 obras de Picasso entre pinturas, dibujos, esculturas, cerámicas y obra gráfica. Después del de París, se trata del segundo museo más importante del mundo dedicado al pintor malagueño.
Sede malagueña del parisino Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou, muestra una formidable colección de pintura de los siglos XIX y XX con artistas de la talla de Picasso, Francis Bacon, Frida Khalo, Fernando Leger o Chirico, entre otros.
El Muelle Dos, hoy Palmeral de las Sorpresas, espacio lúdico y de paseo con un gran jardín de palmeras, una vistosa pérgola que lo recorre, el Museo Alborania-Aula del Mar y una espectacular noria panorámica de 70 m de altura.
Casi 170 km de costa que gozan de un microclima excepcional, con sol casi todo el año y temperaturas tan suaves que puede decirse que disfruta de una eterna primavera.
Este macizo kárstico con impresionantes formaciones rocosas, junto a la Peña de los Enamorados, los dólmenes prehistóricos de Menga y Viera y el tholos del Romeral, han sido declarados Patrimonio Mundial por la Unesco.
Antigua y monumental ciudad alzada sobre una meseta cortada en dos por una estrecha garganta -el famoso Tajo de Ronda- de más de 180 metros de profundidad.
Desde la Alcazaba árabe y desde el Castillo de Gibralfaro, levantado en el siglo XIV, podéis disfrutar de una amplia panorámica de la ciudad, el puerto y el mar.
A mediados de agosto, en el centro de la ciudad y en el recinto ferial se suceden los desfiles de carrozas engalanadas, caballistas, coches de caballos y participantes a pie que acuden vestido con el traje típico.
En todas las playas malagueñas veréis chiringuitos que cocinan a la brasa sardinas y otros pescados ensartados en cañas, los tradicionales espetos. Al lado del mar, el pescado sabe mejor.
Cerca de Antequera, es un camino construido en tiempos de Alfonso XIII para el mantenimiento de una central hidroeléctrica, y hoy recuperado, que discurre entre paredes verticales por el desfiladero de los Gaitanes.
El pescado del Mediterráneo en todas sus variedades constituye el nutriente fundamental de la cocina malagueña. Algunos platos, sin embargo, representan la aportación original de Málaga a la gastronomía andaluza. Estos son el pescaíto frito y el ajoblanco, variedad del gazpacho andaluz al que se le añaden uvas de moscatel. Precisamente con uvas moscatel y pedro ximénez se elabora el vino dulce de Málaga. Por supuesto existen en la ciudad y en toda la Costa del Sol una enorme cantidad de buenos restaurantes donde es posible degustar la más variada carta de la cocina regional, nacional e internacional.
En febrero, el Carnaval invade con su jolgorio las calles de la ciudad. La Semana Santa malagueña, declarada de Interés Turístico Internacional, es particularmente monumental y solemne. Los pasos son grandiosos, llegando a pesar hasta seis toneladas. En abril tiene lugar el Festival de Cine Español. Entre abril y mayo se celebra el Festival Intercultural Ciudad de Málaga. La feria, en el mes de agosto, es una de las más concurridas y coloristas de Andalucía.