La Rioja es la comunidad autónoma más pequeña de la España peninsular: solo ocupa el uno por ciento del territorio. Es sin embargo, la cuna del castellano, con epicentro en los monasterios de San Millán de la Cogolla, declarados Patrimonio de la Humanidad; la capital del vino español, que ha convertido el fruto de sus viñedos en su mayor signo de identidad y de reconocimiento en todo el mundo; el corazón del Camino de Santiago, con estaciones tan principales como Navarrete, la propia capital y, sobre todo, Santo Domingo de la Calzada; y, por si fuera poco, región de rancio abolengo histórico (Nájera fue corte de los reyes navarros), prosapia prehistórica (en la sierra de Cameros se encuentra un formidable conjunto de dólmenes) y remonta su pasado hasta el jurásico, pues el Cidacos reúne en su entorno el conjunto de yacimientos de huellas fósiles y otros rastros de dinosaurios más importante de Europa.
La pequeña Comunidad es susceptible de ser recorrida en unos cuantos días. Sean cual sean tus intereses, no es difícil combinar en una misma jornada naturaleza, arte, historia, arquitectura popular, etnografía y, por supuesto, excelente gastronomía. La Rioja es un microcosmos. Si no tienes claro por donde empezar a recorrerla, aquí te ofrecemos algunas propuestas.
la Comunidad por el nordeste. Desde Madrid se llega por la autovía A 1, pasando por Burgos y tomando la N 120/A 12, o por la A 2/A 15 pasando por Soria (desde allí, por la N 111). Son muchas las compañías de autobuses que conectan numerosas ciudades españolas y La Rioja, así como algunos destinos internacionales. Logroño tiene una moderna y céntrica estación de tren (plaza de Europa) que la une a diario con Madrid, Barcelona, Zaragoza, el País Vasco, Galicia, Castilla y León y la Comunidad Valenciana. El único aeropuerto riojano está en Agoncillo, a 14 km de Logroño, desde donde Iberia vuela diariamente a Madrid.
Una densa red de carreteras regionales permite llegar a numerosas localidades de interés turístico. 7 autobuses conectan Logroño con los municipios cercanos, mientras que otras 14 líneas intercomunican más de 150 municipios de toda La Rioja
Las numerosas y notables edificaciones existentes en el ámbito rural riojano han favorecido la aparición de una nutrida oferta de alojamientos con fuerte personalidad y carácter. La oferta, además, se multiplica en el curso de la ruta jacobea, la Rioja Alta y los valles del Oja y del Cidacos, ya que aquí la región aporta su nota de distinción en la hostelería relacionada con el enoturismo. En Logroño, las mejores zonas para pernoctar se concentran en su pequeño y compacto casco histórico, con una oferta equilibrada en su relación calidad-precio.
Dentro de un espacio geográfico reducido, La Comunidad de La Rioja alberga una serie de peculiaridades geográficas y culturales que la convierten en un atractivo destino turístico. Esta guía contiene la mejor información sobre La Rioja completamente actualizada y dividida en cuatro apartados. En el primero, titulado Excursiones por La Rioja, se describen cinco excursiones clásicas por esta Comunidad...
Este importante cenobio es un centro histórico y monumental de visita imprescindible por sus dos monasterios Patrimonio de la Humanidad: el renacentista de Yuso (o de abajo), a las afueras del pueblo, y el de Suso, a poco más de 1 km monte arriba.
La capital de La Rioja es una ciudad pulcra y moderna, de anchos bulevares y elegantes tiendas. El Ebro y la ruta jacobea han sido dos elementos vitales en la historia y configuración de Logroño.
El pequeño pero característico casco antiguo evoca los años dorados de la ruta del apóstol.
La capital del vino de Rioja es una importante villa señorial de marcado aspecto norteño situada entre los ríos Ebro y Tirón. Antiguos palacios renacentistas y caserones decimonónicos comparten espacio con más de veinte bodegas de renombre.
En el pasado fue una de las ciudades romanas más importantes de la Península, y posteriormente, sede de una influyente diócesis episcopal. El esplendor de los pueblos que por ella pasaron se manifiesta en su tipología urbana, en sus monumentos, en el magnífico templo catedralicio y en el carácter abierto de sus gentes.
Todo en esta pequeña ciudad, desde el nombre hasta los monumentos y las fiestas tradicionales, mantiene viva la memoria del santo fundador al que debe su nombre. Fue y es uno de los lugares más importantes del Camino de Santiago, al que debe su considerable riqueza monumental.
La ciudad que riega el río Najerilla, uno de los núcleos más destacados de la ruta jacobea, fue capital del reino de Navarra entre los siglos x y xi. Su casco antiguo reúne un notable conjunto arquitectónico, presidido por el monasterio de Santa María la Real.
Los yacimientos paleoicnológicos de La Rioja son mundialmente conocidos. Enciso resulta el enclave perfecto para comenzar una ruta tras las huellas de los dinosaurios que puede concluir en Cornago, en el yacimiento de los Cayos, el más impresionante junto al de Valdecillo.
La principal ruta monumental de La Rioja es la que sigue el Camino de Santiago, que desde Logroño a Santo Domingo de la Calzada y el límite con Burgos atraviesa una parte importante de la Comunidad.
En la sierra de Cameros se encuentra el mayor conjunto de dólmenes de La Rioja, aunque es la Rioja Alavesa, administrativamente vasca, la que reúne
los mayores y mejores enterramientos megalíticos, encabezados por el bello dolmen de La Chabola de la Hechicera, cerca de Elvillar.
La Rioja ha protagonizado el brillante despegue del turismo enológico en España, lo que se ha traducido en la proliferación de hoteles, museos y otras instalaciones ligadas a las viejas bodegas y con el mundo del vino como principal protagonista.
La diversión en La Rioja gira, como no podía ser de otra forma, en torno al vino. Si tenéis la suerte de estar en Logroño por San Mateo (21 de septiembre), viviréis una de las fiestas más importantes y divertida de toda España, la Fiesta de la Vendimia, declarada de Interés Turístico Nacional. No menos divertida es la célebre Batalla del Vino de Haro. Más seriedad revisten, en Semana Santa, las fiestas de los Picaos de San Vicente de la Sonsierra, la Quema de los Judas de Alfaro o la Semana Santa de Calahorra. Los carnavales riojanos son muy vistosos, así como la Danza de los Zancos de Anguiano o las Jornadas Medievales de Briones.