La ciudad de Eivissa, capital de la isla y de las Pitiusas, es una ciudad pequeña, pero moderna y cosmopolita gracias a la gran afluencia de visitantes que recibe. Con un amplio puerto y una importante oferta de servicios turísticos, ha sabido, sin embargo, conservar el encanto y el tipismo de su núcleo antiguo, encarnados en los barrios de Dalt Vila, la Marina y Sa Penya. En el caso de Dalt Vila, sus murallas y su valioso patrimonio histórico-artístico le han valido ser catalogado por la Unesco como Patrimonio Mundial. La población cuenta, además, con una amplia y variada oferta cultural, con prestigiosos establecimientos gastronómicos, tiendas de la moda más vanguardista, y también con excelentes playas. Aunque, sin duda, el aspecto que más debe destacarse es la estival noche ibicenca, loca y permisiva como en ninguna otra parte.
La forma más habitual de llegar a Ibiza es por avión, a través del aeropuerto de Es Codolar, a 7,5 kilómetros de la capital ibicenca. Las principales compañías aéreas que operan en él son: Iberia, Air Europa y Vueling. Un autobús conecta, cada 30 minutos en invierno y 20 minutos en verano, la terminal aeroportuaria con el centro de la ciudad. Ibiza tiene dos puertos con conexiones marítimas para pasajeros con la Península, el de Eivissa y el de Sant Antoni de Portmany. Se puede llegar a la isla desde Barcelona, Valencia, Palma de Mallorca, Gandía y Dénia.
Dadas sus pequeñas dimensiones, desplazarse de un extremo a otro de la isla es relativamente fácil y rápido. Existe una buena red de autobuses que comunican no solo las poblaciones, sino también muchas playas. Para moverse por la ciudad de Eivissa el coche no es necesario. Para el resto de la isla, en cambio, puede resultar una buena opción, dado que permite acercarse a playas, calas y lugares donde no llegan los autobuses. Casi todas las compañías de alquiler de coches alquilan también motocicletas, que resultan muy prácticas en la isla. Una manera diferente y muy atractiva para conocer los rincones más recónditos es moverse en bicicleta. Por último, existen también numerosas empresas que ofrecen excursiones por mar.
Con casi 700 establecimientos turísticos entre las islas que forman las Pitiusas (Ibiza y Formentera), la oferta es amplia y variada. Además de los hoteles, grandes o no, hay otras categorías muy a tener en cuenta, como los hostales y pensiones, los apartamentos turísticos, las viviendas turísticas o los establecimientos de turismo rural y agroturismo, la mayoría de los cuales son antiguas casas payesas rehabilitadas. En Ibiza hay además cuatro campings. A pesar de esta amplia oferta, durante el periodo vacacional es indispensable reservar con bastante antelación. En temporada alta los precios suelen rebasar ampliamente el presupuesto de muchos viajeros.
El núcleo antiguo de Eivissa se halla elevado sobre un espolón rocoso. En el siglo XVI fue protegido por una contundente fortaleza que en la actualidad completa un conjunto monumental catalogado por la Unesco como Patrimonio Mundial.
El perfil litoral de Ibiza tiene de todo, aunque, en general, la orografía montañosa de la isla implica la preeminencia de roquedos, acantilados y pequeñas calas, todas con el mar de un intenso azul turquesa.
Del envidiable patrimonio natural de Ibiza, sus paisajes costeros son de sobra conocidos. Pero existe también otra Ibiza que debe visitarse, la Ibiza interior, la Ibiza rural... perfecta simbiosis entre una naturaleza excepcional y la actividad humana tradicional.
¿Qué puede decirse que no se sepa ya de la diversión nocturna en Ibiza? Discotecas como Pachá, Space, Amnesia o Privilege han alcanzado una fama que ha traspasado épocas y fronteras.
La ciudad fortificada de Dalt Vila, el yacimiento fenicio de sa Caleta, la necrópolis púnica del Puig des Molins y las praderas de posidonia oceánica del Parque Natural de ses Salines d'Eivissa i Formentera, son los cuatro bienes declarados Patrimonio Mundial en las Pitiusas.
Formentera es la pequeña mimada de las Baleares, la más reducida y mejor conservada de sus islas habitadas. Turismo sí, pero nada de aglomeraciones, nada de agobios ni de prisas. Formentera sigue siendo el último paraíso.
Para muchos ibicencos y foráneos el disfrute de este breve momento del ocaso es un ejercicio cotidiano. Hay muchos puntos donde gozar de este espectáculo: cala d'Hort, Benirràs, cala Comte, punta Galera, los acantilados de Santa Agnès, ses Salines…
Sin límites a la imaginación, sin límites para lo audaz, sin discordancias con lo elegante ni con lo sofisticado, la ropa adlib definió hace unas décadas la moda de Ibiza. Internacionalmente reconocida, su éxito no ha decaído.
El invierno es aquí poco frío, poco lluvioso, poco inclemente. Hasta puede resultar tedioso. Sin embargo, también es acogedor y cálido. En los días soleados, que aquí son mayoría, apetece deambular por las ciudades o visitar las playas, ahora vacías.
Formentera es un destino habitual cuando se vista la isla. En coche bastan 20 minutos para cruzar la isla de punta a punta, por lo que es recomendable organizar la visita en cortos paseos a pie o en bicicleta.
La tan apreciada sobrassada mallorquina deja injustamente en un segundo plano a la que se elabora en Ibiza, tan exquisita como la primera. El otro embutido de cerdo típicamente ibicenco es el botifarró. Otros porductos interesantes son los quesos de fabricación casera y el vino, que también se produce a muy pequeña escala. Son muy típicos en la isla la frígola y las hierbas ibicencas, licores de hierbas silvestres, y el palo, el típico vermú ibicenco. En Ibiza se elaboran algunos postres muy característicos: el flaó, las oreietes y la greixonera. También debéis saber que las ensaïmades ibicencas están riquísimas.
Carnavales en febrero, procesiones durante la Semana Santa, fuegos artificiales y fogatas nocturnas en la víspera de San Juan… Pero sobre todo destaca, durante la primera quincena de agosto, las fiestas patronales de Nuestra Señora de las Nieves, en las que se conmemora la conquista cristiana de la isla.
También en agosto tienen lugar la Mostra de Jazz (festival de gran calidad que se celebra en distintos escenarios de la isla), la Semana Internacional de Música (conciertos de música clásica en el claustro del Ayuntamiento) y las Nits d'Òpera (en el auditorio de Cas Serres).