Los etruscos eligieron Toscana para asentar su civilización, dominaron desde allí el centro de la península itálica en la Edad de Hierro y transmitieron su manera de ver la cultura al mundo romano. Posteriormente en el Renacimiento, la región volvió a vivir un período dulce con la constelación de un buen número de genios en sus límites. Florencia acogió a Donatello, Leonardo, Miguel Ángel o Rafael y se convirtió en la capital artística e intelectual del siglo XV. En la actualidad esta riqueza artística, histórica y cultural hace de esta, uno de los destinos predilectos en Italia. Sin olvidar, el excelso patrimonio de ciudades como Pisa, Siena, San Gimignano o Luca.
Desde España la forma más rápida de llegar a Florencia y Toscana es en avión. Si bien se puede viajar también a través del tren, autobús o en coche desde España.
Se puede contratar un seguro que incluya gastos médicos, pérdida de equipaje, cancelación del viaje, accidentes o responsabilidad personal, pero es más que recomendable llevar la Tarjeta Sanitaria Europea a la hora de recibir asistencia médica. Esta es expedida por el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Basta con el carné de identidad o el pasaporte en vigor, si bien se recomienda llevar consigo ambos documentos y consignarlos por separado para, si se extravía uno de ellos, disponer del otro. Si se quiere alquilar un coche se necesitará también el permiso de conducir. No existen vacunas obligatorias ni recomendadas.
Cualquier estación es un buen momento para visitar tanto Florencia como Toscana, aunque la primavera y el otoño pueden ser las mejores elecciones ya que no hace ni demasiado calor ni demasiado frío. A lo anterior hay que añadir que durante el verano la afluencia de turistas es mayor. Las lluvias son más abundantes que en otras regiones de Italia, sobre todo en otoño. En Florencia, la humedad hace que la sensación de calor en verano se eleve.
Con respecto a la España peninsular, Italia se encuentra en el mismo huso horario. En Florencia y los grandes centros turísticos las tiendas abren los domingos, algo que no es habitual en el resto de la región. Algunos comercios cierran los lunes por la mañana y otros los sábados por la tarde o todo el día. En cuanto a los museos, cierran normalmente los lunes, además los pequeños suelen tener solamente horario de mañana y en invierno cierran.
La moneda oficial es el euro. Las tarjetas de crédito se admiten en los principales centros poblacionales y en los lugares más turísticos, sin embargo en las poblaciones más pequeñas, en algunas ocasiones, la única forma de pago es en efectivo.
El idioma oficial es el italiano, pero también se hablan el dialecto toscano, que sirvió de base para el italiano, y en la provincia de Massa-Carrara, el dialecto carrarés. A la hora de comunicarse, si no se habla italiano, suele ser más sencillo entenderse en español que en inglés.
La manera más rápida y directa de llegar a Florencia y Toscana es el avión. Pensar en viajar hasta allí en tren, autobús o en coche, es posible, pero resulta mucho más complicado y lento. Los principales aeropuertos de la región son el Galileo Galilei en Pisa, seguido del Amerigo Vespucci en Florencia. Vueling vuela a Pisa y Vueling e Iberia a Florencia desde España.
Si solo se va a visitar Florencia dependerá de dónde se haya reservado el alojamiento. Si es céntrico, se puede ir caminando a casi cualquier parte, si no es así, lo mejor es optar por tomar los autobuses urbanos. Si se pretende recorrer la Toscana, es recomendable alquilar un coche, así se tiene un mayor control del tiempo y se minimizan las esperas. También es posible viajar en tren, ya que Trenitalia tiene conexiones entre las principales localidades de la región. El servicio es más cómodo que el autobús, pero también tiene menor frecuencia.
Florencia dispone de una amplia oferta para alojarse desde hoteles de todas las categorías, pasando por pensiones hasta habitaciones y apartamentos. La afluencia de turistas hace que los precios sean elevados independientemente de la calidad de alojamiento y esto es más visible en temporada alta. Evidentemente el alojamiento en otras localidades de la región es más económico. Para evitar sorpresas desagradables, lo recomendable es reservar.
Florencia es una de las ciudades más visitadas de Italia por la riqueza artística que atesora. La historia y el semblante de Florencia, que durante mucho tiempo fue la ciudad libre más poderosa de la Toscana, están íntimamente ligados a la familia Medici, que rigió sus destinos durante casi cuatrocientos años...
© Hsueh-Yi Chen / 123RF
Se concibió para acoger las oficinas de las magistraturas florentinas y data del siglo XVI. Alberga la impresionante colección de pinturas de los Medici con obras maestras como la "Virgen del jilguero" de Rafael, “El nacimiento de Venus” de Botticelli o la "Sagrada Familia con San Giovannino" de Miguel Ángel. Es recomendable comprar las entradas con antelación.
© Doug Schnurr / 123RF
La Galleria dell'Accademia acoge la escultura original de El David de Miguel Ángel. En este museo se exhiben cinco esculturas más del artista: San Mateo y Los cuatro esclavos y una importante colección de pintura florentina. Originalmente El David estaba instalada en la Piazza de la Signoria, que en la actualidad exhibe una copia. Es recomendable comprar las entradas con antelación.
Además de la Galleria degli Uffizi y de la Galleria dell'Accademia, Florencia encierra una extraordinaria belleza que la convierte en cuna del Renacimiento italiano. En su conjunto monumental destacan el Battistero di San Giovanni con la magnífica “Puerta del paraíso”; el Duomo di Santa Maria del Fiore, diseñado por Brunelleschi con un campanario adyacente obra de Giotto; el Museo Nazionale del Bargello; el Palazzo Pitti, en cuyo exterior se encuentran los jardines de Bóboli; la Piazza della Signoria y el Ponte Vecchio, el puente más pintoresco y antiguo.
Uno de los monumentos más reconocibles en todo el mundo se encuentra integrado en el conjunto monumental de la Piazza dei Miracoli en Pisa, a unos 80 km de Florencia. Compuesto por cuatro obras maestras de la arquitectura medieval, el Duomo (catedral), el Baptisterio, el Campanile (torre inclinada) y el Camposanto, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La torre inclinada es el campanario de su catedral. Merece la pena subir sus casi 300 peldaños, si no se padece vértigo. Es recomendable comprar las entradas con antelación.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco debido a su esencia medieval. A 70 km de Florencia, la ciudad ha conseguido mantener el aspecto que cobró entre los siglos XII y XV. Siena se construyó alrededor de la Piazza del Campo donde se alza el Palazzo Pubblico con su popular Campanile. Entre sus monumentos destacan su universidad del siglo XIII, el duomo de estilo gótico, el museo dell´Opera Metropolitana con la famosa Madonna de Buoninsegna y junto a este se halla el Palacio Buonsignori que alberga la Pinacoteca Nazionale.
San Gimignano se sitúa a 56 km de Florencia sobre las colinas de la Toscana y destaca por su arquitectura medieval. Durante este período, las familias patricias que gobernaban la ciudad construyeron 72 torres medievales como símbolo de riqueza y poder. En la actualidad solo se conservan 14. Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y en él destaca la Collegiata, una antigua catedral con obras de Ghirlandaio.
Ciudad natal del compositor Giacomo Puccini se localiza a unos 20 km de Pisa. En su casco histórico, sus murallas han permanecido casi inalterables al paso del tiempo. En la plaza de San Miguel, la iglesia homónima se localiza en la ubicación de un antiguo foro romano. Su catedral, del siglo XVII, está en la plaza de San Martín. En la plaza de Napoleón, el Palacio Ducal destaca por la espléndida Scala Regia.
La ciudad fortificada de Montalcino es una de las más agradables de la Toscana y la última en rendirse ante las fuerzas florentinas de los Medici. Pero no solo se caracteriza por su pasado histórico, también es cuna de uno de los mejores vinos de Italia, el brunello o rosso di Montalcino. A pocos kilómetros al sur se encuentra la abadía cisterciense de Sant’ Antimo, fundada por Carlomagno en el año 832.
El puente más emblemático de Florencia es uno de los destinos turísticos obligados en la ciudad. Para evitar multitudes, los paseos al amanecer y al anochecer son la mejor opción. De origen medieval, atraviesa el río Arno y fue el único puente superviviente a los ataques alemanes durante la II Guerra Mundial.
Son estupendos para desconectar y descansar en Florencia. Se sitúan detrás del Palazzo Pitti, pero fueron los Medici los que se encargaron de dotarlos de su aspecto actual. Modelo de jardín italiano constituyen un enorme museo al aire libre con estatuas, cuevas y fuentes de gran valor.
Construida en una colina al sur del centro histórico ofrece magníficas vistas de la ciudad y del río Arno. Se puede llegar en coche, en autobús urbano o turístico o a pie, a través de la Rampe del Poggi desde la Piazza Poggi. Dedicada a Miguel Ángel, alberga copias de El David y de las cuatro alegorías de la capilla de los Medici en la basílica de San Lorenzo.
Es el mercado de mayor tamaño e importancia del casco histórico. Consta de una zona cubierta –con puestos de comida y espacios gastronómicos– y otra al aire libre -en la que se comercializan ropa, accesorios y recuerdos de la ciudad.
Los italianos no toman un cappuccino después de comer, sino que se decantan por un espresso. Se puede disfrutar de este placer en alguna de las bellas plazas de los centros históricos de Florencia, Siena, Pisa, San Gimignano o Luca.
Toscana es perfecta para aquellos que quieran practicar senderismo y descubrir los parajes naturales de la región a través de excursiones o bien de forma particular. Entre viñedos, uno de los paisajes más bucólicos, lo constituyen las colinas de Chianti.