Estambul conocida históricamente como Bizancio y, posteriormente, Constantinopla, es la ciudad más poblada y grande de Turquía y el centro histórico, cultural y económico del país. Con unos 15 millones de personas se mueve constantemente entre dos mares, el mar de Mármara y el mar Negro y entre dos continentes, Europa y Asia. En ella convive lo moderno, no en vano tiene la población más joven y dinámica de occidente, con sus ricas tradiciones orientales. Cada día, la llamada a la oración desde el minarete de las mezquitas para convocar a los creyentes, recuerda que la religión islámica tiene un papel fundamental en la vida de la ciudad. Una urbe repleta de joyas arquitectónicas, desde mezquitas a palacios, puentes y bazares. Calles llenas de vida que invitan a pasear y disfrutar de una estupenda gastronomía turca.
Es necesaria la tramitación y pago de un visado electrónico para poder entrar en Turquía, a través de la web. El e-visado se puede obtener fácilmente en cualquier lugar que tenga conexión a Internet y permite al titular presentar la solicitud sin tener que esperar en las embajadas o consulados turcos y en el cruce de la frontera.
La lengua oficial en toda Turquía es el turco. En los lugares turísticos la mayoría de los empleados tienen conocimiento de inglés y en muchos casos de español. Además gran parte de los menús en los restaurantes están traducidos a varios idiomas y casi todos los museos cuentan con información en inglés.
La mejor época para viajar es el otoño y la primavera cuando las temperaturas no son tan extremas. En verano el calor puede ser agobiante debido a la humedad y las altas temperaturas y los inviernos, muy fríos, incluso puede nevar.
La hora oficial en todo el territorio turco es GTM+2 horas, así que respecto a la España peninsular, Turquía lleva una hora de adelanto.
La moneda es la lira turca (TRY). Hay abundancia de cajeros automáticos y en casi todos los sitios se puede pagar con tarjeta. Las döviz bürosu (oficinas de cambio), abiertas las 24 horas en los vestíbulos de llegadas de los aeropuertos internacionales, suelen ofrecer tipos de cambio competitivos.
La Tarjeta Sanitaria Europea no es válida en Turquía. Es conveniente contratar antes del desplazamiento un seguro de viaje que cubra los gastos médicos y la repatriación médica. En caso de practicar deportes de riesgo hay que ampliar las coberturas.
No se exigen vacunas. Las enfermedades más comunes en Turquía son las transmitidas por los alimentos y el agua siendo en verano cuando se registra un notorio incremento en los trastornos gastrointestinales. Para prevenir es mejor beber agua embotellada.
Se recomienda mantener una actitud vigilante en las zonas de mayor presencia turística, en la red de transporte público y en el metro en particular. Antes de salir consultar en la web las recomendaciones de viaje referentes a Turquía del Ministerio de Asuntos Exteriores de España.
La compañía Turkish Airlines opera vuelos directos desde España al aeropuerto internacional Atatürk, a 21 km del centro. El aeropuerto internacional Sabiha Gökçen está a 50 km al este de Sultanahmet, en el lado asiático y lo utilizan aerolíneas europeas de bajo coste y la turca Pegasus Airlines.
La red de transporte público de Estambul funciona bien y es bastante puntual. La Istanbulkart es una tarjeta monedero (se recarga) y sirve para utilizar todos los medios de transporte público de la ciudad (autobuses, metro, tranvías, barcos y funicular). Es muy práctica porque la pueden utilizar hasta cinco personas en el mismo trayecto y nos ahorramos tener que comprar los llamados jetons o fichas de viaje antes de utilizar cualquier transporte público. Los taxis oficiales son amarillos, tienen taxímetro y son una de las formas más rápidas y económicas para desplazarse por Estambul. Los Dolmuş son taxis compartidos que hacen líneas establecidas indicadas en el parabrisas.
Estambul cuenta con un gran abanico de alojamientos para todos los bolsillos, desde hoteles de gran lujo, hoteles con encanto, a apartamentos y albergues juveniles. La oferta es amplia y, aunque los precios han aumentado en los últimos años, todavía es posible encontrar buenas ofertas para visitar la ciudad. En verano, los hoteles baratos, sobre todo de la zona de Sultanahmet, se llenan enseguida.
La sugestión inmediata que Estambul provoca sobre el viajero está ligada a su extraordinaria posición geográfica, pues es la única ciudad en el mundo que se extiende entre dos continentes, Europa y Asia. Por ello se ha propuesto, a lo largo de la historia, como un imaginario y simbólico puente entre Oriente y Occidente...
Sofía se diseñó a modo de basílica organizada en torno a una planta rectangular básica, sobre cuyo centro se eleva una fantástica cúpula, la mayor de la antigüedad, de una gran belleza. Las 40 ventanas de la cúpula iluminan este inmenso espacio, cuyas paredes y pilares están forrados de mármol. Destaca los ocho gigantescos medallones situados al nivel de la galerías, que contienen en letras doradas los nombres sagrados.
Es el mayor bazar de la ciudad y uno de los mayores del mundo. Veinte mil personas tratan de vender todo lo vendible. En el centro del bazar están los dos únicos bedestens (almacenes) originales que quedan: Iç Bedesten y Sandal Bedesten. En el primero se venden joyas y alfombras; en el segundo se realizan las subastas.
Es la única mezquita que cuenta con seis minaretes. El interior (53 m de ancho por 51 m de largo) está cubierto por una gran cúpula que se apoya en otras semicúpulas que a su vez se apoyan en otras más pequeñas. Los azulejos de Iznik que cubren la parte baja de las paredes le dieron el nombre de Mezquita Azul. El patio, con su pórtico de treinta cúpulas y la fuente para las abluciones en el centro es inmenso, pero proporcional a las dimensiones de la mezquita.
Este suntuoso palacio, con el sugerente harén y las maravillas del tesoro imperial, revive el esplendor del Imperio otomano. El palacio Topkapi cuenta con cuatro patios y múltiples edificios en su interior: sala de armas, cocina, establos reales, tesoro, etc. El Tesoro guarda el diamante del cucharero (un diamante de 88 quilates) o el puñal Topkapi (el arma más cara del mundo, elaborado en oro con esmeraldas incrustadas).
Está situado en la plaza Sultanahmet en el distrito de Eminönü. El museo está situado en el antiguo palacio de Ibrahim Paşa. Entre lo más sobresaliente destacan los azulejos selyúcidas de motivos florales y la colección de miniaturas del siglo XVI. La colección de alfombras turcas es la más bonita del mundo.
Oficialmente se llama Karaköy Köprüsü. Este puente que cruza el Cuerno de Oro (Haliç), entre Gálata y Eminönü, es una de las zonas más animadas por su proximidad a los bazares, los muelles del ferry y la orilla. Se ven pescadores a todas horas.
También conocido como baño árabe o baño turco, es una modalidad de baño de vapor que incluye limpiar el cuerpo y relajarse. El hamam tradicional está dividido en dos partes, una para las mujeres y otra para los hombres.
Los derviches son una cofradía religiosa musulmana de carácter ascético o místico (sufí). Durante el baile, los Derviches Giróvagos realizarán un viaje espiritual donde el alma del hombre sube hasta la perfección.
Descubrir el paisaje urbano de Estambul desde el mar es uno de los placeres que la ciudad brinda al visitante. Hay cruceros para todos los gustos, cortos y largos, de noche y de día.
La antigua Grand Rue de Pera, hoy llamada İstiklâl Caddesi es la principal vía de la zona peatonal de Beyoglu, el corazón del Estambul más cosmopolita. En ella se sitúan decenas de tiendas, galerías de arte, animados bares y restaurantes.
El Bosque de Belgrado es el pulmón de Estambul donde sus habitantes acuden para pasear, correr y pedalear rodeados de una vegetación exuberante, entre la que destaca un majestuoso roble de Hungría.
La orilla de Ortaköy, bajo el puente del Bósforo está plagada de agradables cafés y restaurantes, lleno de gente por la tarde y los domingos a la hora del mercadillo.
Es uno de los núcleos más famosos del mar Negro. La ancha franja de playas, de arena está muy limpia y en verano se llena de gente huyendo del bullicio y del calor de Estambul.
Las vistas desde la Torre Gálata, 61 m de altura y 140 m sobre el nivel del mar, son fantásticas. Hay un ascensor hasta el penúltimo piso del que salen unas escaleras al restaurante y al balcón panorámico. Ver atardecer desde lo alto de ella es una experiencia inolvidable.
La mayoría de los restaurantes de Estambul son baratos si se comparan con los de Europa. Los ingredientes son frescos y de buena calidad. Se puede comer a casi cualquier hora del día. En las lokantas, casas de comida, la comida está lista y a la vista del público: no hay más que señalar lo que se quiere.
Si lo que se desea es asistir a representaciones teatrales, ballets y conciertos de música clásica, el centro cultural Atatürk tiene una interesante programación en temporada alta y también en esta temporada se celebra delante de la mezquita Azul un espectáculo gratuito de Luz y Sonido. Otra opción es estar a bordo de un ferri a la hora del espectáculo y disfrutar de una inolvidable vista de la ciudad iluminada. Aparte de los encopetados clubes del Bósforo, los locales de moda están en la parte de Taksim y a ambos lados de Istiklâl Caddesi.