Las nueve provincias que forman Castilla y León, una de las regiones más extensas de Europa, se jactan con razón de conformar el museo más grande del mundo, un museo vivo que ofrece un inmenso abanico de posibilidades de encuentro con la historia, la naturaleza, las tradiciones y las raíces que a través de los siglos se han diseminado en los equipajes de guerreros, religiosos, reyes, trashumantes y viajeros, y que han llegado hasta nuestros días en forma de rutas y caminos a través de los que podremos adentrarnos en un mundo de siglos. 300 castillos, 400 museos, 20.000 yacimientos arqueológicos y ocho lugares declarados Patrimonio Mundial por la Unesco: el legendario Camino de Santiago, jalonado de joyas románicas, la catedral de Burgos, los yacimientos de Atapuerca, Las Médulas en León, la ciudad amurallada de Ávila, Segovia y su acueducto romano o la docta y espléndida Salamanca nos aguardan.
Castilla y León es, por su considerable extensión, una tierra de fuertes contrastes. Su superficie, más de 94.000 km2, la convierte en la región más extensa de la Comunidad Europea, pero su poblamiento es muy débil, apenas dos millones y medio de habitantes. El clima, a causa de la altitud y del anillo montañoso que rodea la Comunidad impidiendo la suavizante influencia marítima, es en la mayor parte de tipo continental, caracterizado por escasas precipitaciones y temperaturas extremas.
Si aún no te has decidido, aquí van algunas sugerencias de lugares y rutas con las que penetrar las fronteras de los viejos y extensos reinos mesetarios:
Sus principales vías de comunicación terrestre son las autovías radiales A 1 (norte) y A 6 (noroeste), así como la autovía de Castilla (A 62), que une Salamanca, Valladolid, Palencia y Burgos. Por otro lado, existen más de 2.500 km de vía férrea, que une todas las provincias, además de comunicar la región con todas las comunidades autónomas colindantes y con Portugal. El Tren de Alta Velocidad (AVE) conecta Madrid con Segovia, Valladolid, Zamora, Palencia y León en varios trayectos diarios, a la vez que pronto comunicará la capital con el norte de España (vía Burgos) y con la costa atlántica y el nordeste peninsular a través de la Comunidad. Cuatro aeropuertos: Valladolid (Villanubla), León (Virgen del Camino), Burgos (Villafría) y Salamanca están abiertos al uso civil, aunque, desde fuera de España, el aeropuerto de Madrid-Barajas Alfonso Suárez es la principal puerta de acceso a la Comunidad.
La enorme extensión de la Comunidad aconseja olvidarnos de abarcar toda su riqueza patrimonial y paisajística en un solo viaje. La mejor forma de desplazarse por ella es en vehículo propio (o alquilado), aunque el tren y el autobús no dejan de ser una interesante opción para desplazarnos pausadamente entre los principales núcleos de población.
La Comunidad ofrece una amplia y variada oferta hotelera moderna, a la que se añaden alojamientos ubicados en las zonas monumentales de las capitales, algunos de ellos construidos a partir de antiguas sinagogas, conventos o palacios. En ciudades y pueblos más pequeños funcionan hoteles sencillos no exentos de comodidades, o bien casas solariegas y blasonadas rehabilitadas y sencillas casas rurales que albergan rincones agradables y ofrecen una estancia tranquila en convivencia con las tareas autóctonas.
La Comunidad de Castilla y León, una de las regiones más grandes de la Comunidad Europea, se vertebra en nueve provincias que reúnen un patrimonio histórico, artístico, paisajístico y cultural de primer orden. Esta guía contiene la mejor información cultural y práctica sobre Castilla y León dividida en tres capítulos...
La capital del Tormes, con las torres de sus templos alzadas sobre el río como cúspides de un bosque de dorada piedra, posee la condición de esos lugares capaces de fascinar inagotablemente la mirada y la voluntad de quien los recorre.
Siituada en un emplazamiento privilegiado, dominada por su majestuoso Alcázar medieval y su catedral gótica, Segovia es una ciudad histórica y habitable, pétrea y frondosa. Su Acueducto es una de las mejores obras de ingeniería romana de España y toda la ciudad encierra uno de los más ricos conjuntos románicos de Europa.
Paraje insólito, Las Médulas son un original conjunto paisajístico, fruto de la actividad minera aurífera de los romanos en los primeros siglos de nuestra era. Bellísima mezcla de monumento natural y parque cultural, no es fácil encontrar ejemplos en la naturaleza en que la acción devastadora del hombre haya creado tanta belleza.
La ciudad, además de haber sido cuna de Santa Teresa de Jesús y de poseer uno de los recintos amurallados mejor conservados del mundo, es un sorprendente escenario medieval y renacentista, un cofre pétreo lleno de piedras preciosas (iglesias, palacios, conventos), circundado por una corona de extraordinarios templos románicos.
El lujoso palacio borbónico y los bellísimos jardines con fuentes monumentales se unen, en este Real Sitio de la sierra del Guadarrama, al cuidado urbanismo de un pueblo que, si bien surgido en relación directa con los usos cortesanos, ha sabido alcanzar carácter propio.
Destaca por su grandiosidad y belleza, y es la única catedral española declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco de forma independiente, sin necesidad de incluirse en el centro histórico de una ciudad.
Sus valores artísticos y naturales lo transforman en un parque o monumento lineal, y como tal ha sido declarado Primer Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Gran parte de su recorrido transcurre por Castilla y León.
En la sorprendente sierra de Atapuerca, cuna de los primeros pobladores del continente europeo, se han encontrado fósiles humanos de más de un millón de años de antigüedad. La forma más cómoda de conocer los yacimientos de Atapuerca es combinar su visita con la del extraordinario Museo de la Evolución Humana de Burgos.
Pocos espacios naturales reúnen tan singulares atractivos como la montaña oriental de León, en la línea divisoria con las comunidades de Cantabria y Asturias. Los míticos Picos de Europa, fortaleza de caliza paleozoica que en su vertiente leonesa se levanta sobre Valdeón y el Sajambre, tienen justa fama de lugar cuya contemplación directa es insustituible.
La riqueza del románico en tierras palentinas tiene su foco más abundante en el norte de la provincia, concretamente en los alrededores de Aguilar de Campoo y Cervera de Pisuerga. Un recorrido detenido por la comarca permite descubrir, prácticamente en cada pueblo, ejemplares románicos no carentes de interés.
Desde finales del siglo xx han proliferado actividades culturales por todo Castilla y León, tanto en las capitales, que, en general, ofrecen un ceñido programa cultural a lo largo de todo año, como en otras ciudades y municipios más pequeños, que hacen gala, especialmente en verano, de eventos cuya fama traspasa las fronteras de la comunidad, e incluso las nacionales.
No puede dejar de mencionarse la Semana Santa. Al contar Castilla y León con un patrimonio escultórico de primer orden, los desfiles que se celebran esos días ofrecen la oportunidad de contemplar algunas de las obras maestras de la imaginería castellana, en un ambiente que tiene en la sobriedad y el recogimiento sus rasgos distintivos.