Las posibilidades que brinda al visitante este territorio justifican el calificativo de Cantabria Infinita con el que se la ha querido promocionar. En Cantabria se puede observar el cielo desde las cumbres de los Picos de Europa o descender hacia las entrañas de la tierra por las vertiginosas simas de Ruesga y el Alto Asón, practicar el surf en olas legendarias, esquiar en Brañavieja o jugar al golf en campos acariciados por el mar. Opciones para todos los grupos, gustos y edades. El Parque de Cabárceno, la cueva de El Soplao y sus tesoros geológicos, el camino lebaniego de peregrinaje a Santo Toribio, subir en teleférico a los Picos de Europa o dar un paseo por Santillana del Mar y el Museo de Altamira con su Neocueva… Si no infinita, la gama de atractivos que presenta Cantabria es inmensa, y en muchos casos única.
Cantabria ofrece al viajero opciones que invitan al descubrimiento continuo, reconcilian con la naturaleza y enseñan a disfrutar de lo importante, que aquí suele ser lo más sencillo, aunque también hay lugar para el refinamiento. Si todavía no te has decidido, aquí tienes algunas sugerencias de interesantes itinerarios por esta pequeña pero infinitamente variada Comunidad.
A Cantabria se llega por carretera por la Autovía del Cantábrico (A 8) desde Vizcaya o Asturias; por la Autovía de la Meseta (A 67) se accede desde Palencia. La N 634 cruza la Comunidad de este a oeste (de Vizcaya a Asturias, pasando por Torrelavega). La N 611 la comunica con Palencia, la N 623 con Burgos y la N 621 con León.
Desde la estación de ferrocarril de Santander (plaza de las Estaciones), Renfe conecta Cantabria con Palencia, Valladolid, Madrid y Alicante, mientras que Renfe Ancho Métrico enlaza la ciudad con Bilbao, Oviedo y otras localidades cantábricas.
El Aeropuerto de Santander, a 5 km de la ciudad, tiene vuelos directos con numerosos puntos de España e importantes ciudades de Europa.
Brittany Ferries enlaza semanalmente por mar Santander con Plymouth y Porstmouth, en Gran Bretaña.
El territorio cántabro es fácilmente abarcable, en pocas horas, en desplazamientos por carretera, ya sea en vehículo propio (la mejor opción) o en autobús. La estación de autobuses de Santander está situada frente a la de ferrocarril (plaza de las Estaciones) y conecta la capital con las principales poblaciones de Cantabria, especialmente las de la zona costera.
Las populares lanchas Reginas (o pedreñas) tienen un servicio regular marítimo entre Santander, Pedreña y Somo, todo el año. En verano hay un servicio continuo a las playas del Puntal desde Santander y paseos por la bahía con escalas en Pedreña y Somo.
La red de alojamientos cántabros se ha modernizado y ampliado en los últimos años, con establecimientos para todo tipo de gustos y economías, desde el exclusivo Hotel Real de Santander y la notable oferta de cuatro y tres estrellas de la capital, pasando por las magníficas casas rurales, hasta los campings junto a la playa o al pie de la montaña.
Dentro de un espacio geográfico reducido, la Comunidad de Cantabria alberga una serie de peculiaridades geográficas y culturales que la convierten en un pequeño paraíso. Esta guía contiene la mejor información sobre Cantabria completamente actualizada y dividida en cuatro apartados. En el primero, titulado Excursiones por Cantabria, se describen ocho excursiones por esta Comunidad...
A solo 2 kms de Santillana del Mar se encuentra el principal núcleo de interés de Cantabria: la “Capilla Sixtina del Cuaternario” o, lo que es lo mismo, las cuevas de Altamira, con sus grabados de hace más de 15.000 años declarados Patrimonio Mundial por la Unesco.
Santander es moderna, cosmopolita y elegante, y está dotada de todos los servicios de una gran ciudad. La capital de Cantabria se asoma a una bella y amplia bahía. El Paseo Marítimo, que se extiende desde Puerto Chico a Cabo Menor, es uno de los más hermosos del litoral español.
Pueblo de extraordinaria belleza y empaque arquitectónico que se realza con su espléndida colegiata de Santa Juliana, el mejor exponente de la arquitectura románica en Cantabria.
Fuente Dé es un anfiteatro rocoso del que parte un teleférico que en apenas cuatro minutos nos sitúa en pleno corazón de los Picos de Europa. El corazón sufre un incontrolable vuelco ante las vistas mientras se asciende hasta los 1.834 m del mirador del Cable, el mejor punto de partida para adentrarse en el Parque Nacional y hacer alguna ruta de senderismo por la cara cántabra de este fascinante lugar.
“¿Capricho? ¿Qué capricho?” Es posible que si algún viajero despistado llega por primera vez a Comillas y pregunta a algún vecino dónde se encuentra uno de los monumentos más fotografiados de Cantabria, obtenga una evasiva por respuesta. Y es que los parroquianos aman a su ciudad y bromean con aquellos que solo se acercan a ella para admirar la obra que el genial Antoni Gaudí dejó en estas tierras.
Es la última gran villa de Cantabria antes de llegar a Asturias y reúne una serie de alicientes paisajísticos, monumentales, populares y gastronómicos que merecen una placentera visita, incluyendo su puerto pesquero, uno de los más importantes de la región.
El Parque de la Naturaleza de Cabárceno se extiende sobre 700 ha por la ladera sur de peña Cabarga. Al interés geológico y paisajístico del conjunto kárstico donde ya los romanos explotaron el mineral de hierro, hay que añadir el de las especies faunísticas alojadas aquí en recintos tan amplios que parecen hábitats naturales.
Inaugurado en 2017 en pleno Frente Marítimo y con entrada por los Jardines de Pereda, este magnífico edificio vanguardista es el epicentro de las actividades de la Fundación Botín en Santander y alberga dos salas de exposiciones y un auditorio de 300 plazas.
Las playas de Cantabria son famosas por su gran variedad. Hay donde elegir, desde los concurridos arenales del Sardinero, en la misma ciudad de Santander, hasta Laredo, capricho de reyes, sin olvidar las de Somo, con sus espectaculares dunas y aspecto salvaje, o las de Landre, paraíso de surfistas.
Último refugio de los cántabros que se resistieron al asentamiento de los romanos en la Península, duerme en la zona más abrupta y elevada de la Cordillera Cantábrica. Allí se encuentra el monasterio de Santo Toribio de Liébana, que protege desde hace siglos el trozo más grande que se conserva en el mundo –según afirma la tradición– de la cruz de madera en la que murió Jesucristo.
Los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo se convierten en centro de variadas actividades, exposiciones, charlas, mesas redondas, conciertos, representaciones teatrales. El Concurso Internacional de Piano Paloma O’Shea ofrece a jóvenes virtuosos de todo el mundo la oportunidad de alcanzar renombre y prolongar sus estudios con beca de la Fundación Isaac Albéniz. El Festival Internacional de Santander, en el Palacio de Festivales ofrece las mejores representaciones de ópera y música clásica en todas sus variantes.
Aunque se han perdido muchas de las tradiciones ancestrales relacionadas con los ritos festivos y manifestaciones folclóricas, Cantabria mantiene valiosas representaciones en su mayor parte integradas en el ámbito rural: la Vijanera, el vistoso carnaval de Molledo; las Marzas (rondas de mozos); la Folía, procesión marinera dedicada a la Virgen que se celebra en San Vicente de la Barquera; la Santuca, fiesta patronal lebaniega con la procesión más larga de España (24 km); la Fiesta del Cocido Montañés, en la hermosa campa de Ucieda o La Magosta, en Somahoz, con recogida y asado de castañas.