La mayor isla del Mediterráneo es una tierra mítica, llena de historia, leyendas, misterios y contrastes. Punto de unión entre dos mundos, norte y sur, razón y mito, Europa y África, sus muchos conquistadores dejaron tras de sí huellas imborrables: templos griegos, anfiteatros romanos, zocos y jardines árabes, castillos normandos, palacios catalanes, villas españolas… No hay en el mundo mayor concentración de Patrimonios de la Humanidad por metro cuadrado.
Pero su impronta quedó grabada a fuego -más que en sus magníficos pueblos y ciudades- en su cultura y en el carácter de sus gentes; de extraordinaria hospitalidad y con una apasionada pulsión de vida que se enfrenta a la intensa presencia de la muerte que se respira en toda la isla, evocada por constantes símbolos religiosos, de luto y funerarios. Vida y muerte que se hacen presentes en la cultura de un pueblo que ha sido mil veces invadido por mar y que desconfía del mar.
Se necesita DNI o pasaporte en vigor.
La Tarjeta Sanitaria Europea garantiza la cobertura médica básica, pero es conveniente viajar con un seguro que garantice mayores prestaciones para cualquier contratiempo en el viaje sobre todo si se van a practicar deportes de riesgo.
La isla presenta veranos muy secos y de calor abrasador llegando a los 40º, acentuando la sensación de bochorno el siroco, viento que sopla del desierto. Los inviernos son suaves y cortos, aunque en regiones del interior y en las cumbres la nieve no es un fenómeno extraño.
En la época estival la isla recibe montones de visitantes: es la mejor época para los que deseen disfrutar de sus playas. Viajar en otoño y primavera es más agradecido ya que se evita el bochorno y las aglomeraciones.
Los que deseen visitar el Etna, si las frecuentes erupciones lo permiten, deben llevar una prenda de abrigo incluso en verano y calzado deportivo.
El euro es la moneda de Italia y se divide en 100 céntimos. Hay monedas de 1, 2, 5, 10, 20 y 50 céntimos, y de 1 y 2 €. Los billetes son de 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 €. El pago con tarjeta está extendido excepto en pequeñas localidades. Las comisiones para sacar efectivo en cajeros pueden ser altas.
Las compañías aéreas de bajo coste Ryanair y Vueling junto a Norwegian operan vuelos directos desde España. Sobre todo en verano hay vuelos desde Madrid y Barcelona a Palermo, Catania o Trapani a precios interesantes. También existe la posibilidad de volar con escala a Reggio Calabria y cruzar el estrecho en transbordador a Messina.
El aeropuerto de Palermo-Punta Raisi, también conocido como Falcone-Borsellino, dista unos 35 km de Palermo. Hay trenes y autobuses cada 30 minutos; el tren es la mejor opción, cuesta alrededor de 6 € y permite evitar los atascos de entrada a la ciudad.
El aeropuerto de Fontanarossa está situado a unos 10 km de Catania. La línea de autobuses Alibus lo comunica con la ciudad; circulan con una frecuencia de 20 a 30 minutos.
El medio idóneo para conocer Sicilia es el coche, que permite conocer rincones que de otra manera serían inaccesibles, si bien hay que contar con una educación vial poco consolidada.
El segundo mejor medio para recorrer la isla sería el autobús, aunque su oferta, como es lógico, se limita a pueblos y ciudades. Es la forma más económica de viajar, pero tiene el inconveniente de que en ocasiones hay que cambiar un par de veces de autocar para llegar al destino deseado. Sobre todo para moverse entre poblaciones pequeñas, conviene acudir a las oficinas de información turística para conocer qué compañía realiza los trayectos y sus horarios.
El tren es más lento y solo merece la pena para las ciudades de la costa norte, desde Trapani a Messina pasando por Palermo, y la costa oriental, desde Messina hasta Siracusa por Catania; ir de Palermo a Catania supone unas cinco horas, incluyendo un cambio de tren.
Desde casas particulares a lujosos hoteles, los precios de la isla son algo más elevados que en España especialmente en temporada alta, cuando además se llenan casi todos los alojamientos de las localidades principales y es imprescindible reservar con antelación. En cualquier caso, hay opciones para todos los gustos y bolsillos, desde unos 15 € la noche en albergues juveniles, 35 € en pensiones y de ahí en adelante hasta el gran lujo.
El buen clima permite que ir de camping en camping, abundantes en la isla, sea una buena opción. También son interesantes los establecimientos de agroturismo, para los que l'Associazione Nazionale per l'Agriturismo es un buen punto de partida.
Este tesoro del mediterráneo que ningún viajero debería omitir en sus rutas, es el objeto de esta Guía Viva práctica y actual. Contiene toda la información necesaria para preparar el viaje y, una vez allí, moverse libremente por la isla; también un pequeño vocabulario con términos en italiano...
En el interior del imponente Palacio Normando (Palazzo dei Normanni) se encuentra la capilla Palatina, una de las obras maestras del arte árabe-normando más importantes y visita obligada por su extremada belleza.
Patrimonio de la Humanidad de unos dos mil quinientos años de antigüedad, milagro de conservación y una de las visitas inexcusables de Sicilia. Se encuentra en un emplazamiento magnífico, con el mar y la costa de San León al fondo.
La magnífica isla de Ortigia es el alma aristocrática de Sicilia y corazón palpitante de Siracusa. En un corto recorrido conviven templos griegos con iglesias cristianas, callejuelas árabes, bodegas, calles llenas de vida y callejones solitarios. La vuelta a la isla en barco permite apreciar tanta belleza contenida en tan poco espacio.
Es un volcán en erupción a 3.350 m sobre el nivel del mar, símbolo de la isla. Preside la costa oriental de Sicilia con su perenne nube de humo blanco sobre la cumbre. Por carretera, telecabina o con vehículos todoterreno se puede llegar hasta la cima.
Una ciudad bellísima llena de iglesias medievales, con un espectacular teatro griego y unas vistas magníficas del Etna y el golfo de Naxos. Visita imprescindible como antaño hicieron artistas y celebridades de todo el mundo.
Sicilia es una isla madre rodeada de pequeñas islas bien comunicadas por barco. Desde la cautivadora Maréttimo en las islas Égadi, a la maravillosa Salina del archipiélago de las Eolias, pasando por la superlativa Pantelleria y la imprescindible isla de Mozia.
De clara influencia árabe son los mercados de Ballarò en Palermo y el de la Pescheria en Catania. Por las mañanas es un paseo perfecto entre coloridos tenderetes escuchando a los vendedores cantar las virtudes de sus productos.
Una actividad de riesgo es conducir una moto Vespa como lo hacen los lugareños por las calles empedradas de Palermo, llenas de gente, coches mal aparcados y tráfico a todas horas.
El litoral de Sicilia es de una insólita variedad lo que le otorga un encanto muy especial. Para bañarnos en el mar podemos escoger desde arenales kilométricos a recónditas y solitarias calas.
Muy frecuentadas son la Scala dei turchi, las playas de arena negra de Vulcano o las límpidas calas de la Reserva dello Zingaro.
A partir de las seis de la tarde, las calles se llenan de gente que pasea arriba y abajo siguiendo una especie de ritual. Plazas y avenidas son lugares de encuentro y núcleos de la vida social por lo que se cierran al tráfico como la Via Etnea en Catania o la Via Roma en Palermo.
Ya sea desde un barco o desde la cima. En la cumbre, a la que se puede llegar a pie sin demasiada dificultad, se contempla el magma incandescente. Se suele ir al atardecer (el ascenso lleva unas 6 horas) para disfrutar de esta visión en la oscuridad de la noche. No es aconsejable permanecer más de una hora cerca de la cumbre inhalando el anhídrido sulfúrico que desprende.
Para los menos osados, siempre queda la opción de contratar una excursión nocturna en barco y presenciar las evoluciones del volcán desde el mar.
Los damussi son las antiguas edificaciones de los habitantes de la isla reconvertidos en alojamientos turísticos. Se construyen con piedra volcánica y se cubren con cal para aislar la temperatura. Sus muros son anchos para soportar el peso de su techo ondulado, apto para mantener el fresco en verano y calentar el ambiente en invierno. Otra de sus características es la construcción de una cisterna aledaña para gestionar las escasas lluvias del lugar.
A la hora del aperitivo, a media tarde, es obligado disfrutar en alguna terraza de los muchos bares que ofrecen antipasti gratuitos; solo se paga la bebida. Por la noche, las claves están en la Vucciria de Palermo o en los alrededores del teatro Massimo, en Catania.
La Semana Santa se celebra con mucho fervor en toda la isla y además son muchísimas las fiestas dedicadas a los santos protectores, en las que se mezcla lo sacro y lo profano, y las sagre o ferias gastronómicas. Resultan también interesantes los carnavales de varias localidades y, especialmente, los espectáculos teatrales en zonas arqueológicas.
Santa Ágata, patrona de Catania, se celebra entre el 3 y el 5 de febrero con procesiones por la ciudad, mientras que Santa Rosalía, patrona de Palermo, se celebra con gran devoción entre los días 10 y 15 de julio.