En el corazón de Europa (a los checos no les gusta que les ubiquen en el este), la República Checa ofrece una geografía privilegiada y paisajes muy dinámicos en los que casi cada kilómetro cuadrado pareciera reunir todos los accidentes geográficos posibles al mismo tiempo: bosque, monte, roca, pradera, terrenos de cultivo… Presume orgulloso de la historia y patrimonio de un reino de raíces ya casi milenarias, pero también ha sabido heredar y asimilar como propio el legado de los imperios foráneos que dominaron estas tierras durante varios siglos.

Su gente es audaz, emprendedora, noble y maneja bien la mano izquierda, consecuencia seguramente de una mente abierta que les permite repartir y recibir juego de los distintos mundos que le rodean. Así, parece haber heredado la eficiencia alemana, la osadía eslava y hasta la honradez escandinava, añadiendo a todo un genuino trato cercano y sonriente, y sin dejar de ser por eso amantes de su historia, sus tradiciones, su naturaleza y, por supuesto, su cerveza.



En Anaya Touring, en su prestigiosa colección Guiarama, se acaba de incorporar una guía, Un corto viaje a República Checa, de este increíble país de la mano de Miguel Cuesta, licenciado en Filología Eslava por la Universidad Complutense de Madrid, ha trabajado y estudiado en Rusia y Polonia y viajado por casi todos
los países del este de Europa. Un auténtico experto en este magnífico país. 

La guía ofrece una selección de los mejores destinos de toda su geografía, tanto urbanos como naturales, en sus dos regiones históricas, Bohemia y Moravia.  A través de las referencias de esta guía el viajero encontrará sus mejores localidades centenarias (eský Krumlov, Karlovy Vary, Kutná Hora, Mikulov, Olomoc), las propuestas urbanísticas y culturales más novedosas (Brno, Pilsen, Ostrava), sus más bellos paisajes naturales (Suiza Bohemia, montes Gigantes, Karst de Moravia) e incluso algunos rincones apartados de los circuitos.
De estos y otros muchos lugares interesantes del territorio hará un recorrido el autor, Miguel Cuesta y los responsables de la Oficina de Turismo de República Checa (https://www.czechtourism.com/sp/home/), el próximo jueves, 20 de septiembre, a las 19.00 horas en Madrid, en la Casa de los Viajeros de B the Travel Brand  (Calle Miguel Ángel, 33).



La guía, pensando siempre en el viajero, está estructurada en tres apartados: el primero propone los diez hitos más atractivos del país a ojos del autor; el segundo describe cada localidad o espacio natural, clasificados por estrellas según su interés; y el tercero consiste en una cuidada selección de hoteles, restaurantes, tiendas, espacios culturales y para familias, así como información práctica sobre transportes y cuestiones prácticas. Una rigurosa cartografía apoya los textos y vistosas fotografías.

Si vas a viajar a la República Checa y dispones de poco tiempo, Miguel Cuesta, realiza una sería de recomendaciones esenciales para sacar el máximo partido a tu viaje:

  • Beber cerveza con gente local mientras se habla de cerveza en una taberna algo oscura, ruidosa y con mesas de madera recia.
  • Seguir alguno de los miles de senderos bien señalizados que inundan el país, ya sea en bici o a pie.
  • Descubrir el funcionalismo más sutil a través de los interiores de los apartamentos de Adolf Loos en Pilsen, o de las villas de Brno.
  • Asistir a una sesión a “tipos duros” soplando cristal de Bohemia con la mayor delicadeza.
  • Beber aguas minerales mientras se camina por una columnata de la región de los balnearios, Bohemia occidental.
  • Ver una ópera barroca experimental en el teatro del castillo de Český Krumlov.
  • Comer knedlik en sus distintas variedades, empapados en salsa.
  • Sentirse pequeño al lado de alguno de los inmensos monumentos industriales de Ostrava.
  • Dar un paseo en kayak por los meandros del Ohře con vistas a Loket, o por los del Moldava con vistas a Český Krumlov.


     
  • Hacer una cata de vinos blancos en Moravia del Sur, o catarlos todos a la vez en el Centro del Vino Checo de Valtice.
  • Asistir a un concierto al aire libre en plaza de la Ciudad Vieja de Praga.
  • Subir a alguna de las torres del mirador que coronan las cimas del país y bajar a alguna de las innumerables cuevas de su subsuelo.
  • Visitar una fábrica de cerveza, ya sea industrial o artesana.
  • Viajar en tren a través del bosque Slavkov, entre alguna de las ciudades balneario.
  • Admirar el barroco más fastuoso,